Seres caídos del cielo.

35

Carlota fue a la azotea del edificio y se encontró a María apoyada en el muro mirando el paisaje con gesto triste. 

La amiga suspiró y se acercó. 

María se sorprendió al verla, intentó fingir normalidad. 

- hola - la sonrió. 

Carlota miró a su amiga seria. 

- ¿puedes dejar de mentirme? 

María se quedó muda. 

Carlota resopló. 

- te conozco desde que somos niñas, hemos pasado por todo juntas, siempre has estado ahí para mí y yo quiero hacer lo mismo... por qué ya no confías en mí - dijo triste. 

María siguió sin decir nada. 

- Leo me lo ha contado todo - los ojos de María se abrieron de par en par por la sorpresa - pero sinceramente, ya sabía que algo ocurría, sabía que algo me ocultabas, María. - se aguantaron la mirada - pero si sabes que algo se te hace muy grande y estás mal... yo siempre estaré aquí - sonrió dulcemente - cuando necesites un abrazo, un hombro donde llorar... no te lo aguantes, aunque no me cuentes, siempre estaré aquí para ti, eres mi mejor amiga Mery - terminó de hablar con los ojos llenos de lágrimas. 

María intentó no perder el control, pero fracasó, se abalanzó sobre su amiga y rompió a llorar desconsoladamente. 

- Creo que me empieza a gustar Leo. 

- ¿creo? - arqueó una ceja Carlota mientras se comía una galleta sentada en la azotea con María.

María hizo una mueca. 

- vale, sí, es una putada porque el señorito se va cuando sea que cumpla el plan ese que me explicó pero que poco me enteré porque yo ya estaba alucinada con tanta información 

María rió antes el comportamiento de su amiga. 

- pero por ahora está aquí, ¿no? 

- qué quieres decir 

- pues que aproveches el tiempo, si te gusta, lánzate, qué tienes que perder, nada, porque se irá, y si ves que no funciona pues te buscas a otro angelito y ya 

Volvieron a reírse. 

- pero qué graciosa eres y qué fácil lo ves todo

- es cuestión de no complicarse aún más la vida

- ¿enamorarme de un ser inmortal no es complicarme la vida? 

- Mmm... míralo por el lado positivo, podrías haberte enamorado de un troll o zombie, pero te ha tocado el gordo 

María puso los ojos en blanco y rió. Luego se puso algo seria y miró al suelo. 

- es una tontería, él no siente como nosotros

- ¿eh? 

- que ellos no sienten nuestros mismos sentimientos, ellos no pueden enamorarse 

- ¿en serio?

María asintió con una mueca en la boca. 

- joder, vaya putada... 

La joven agachó la cabeza algo triste. 

- de todas formas es un gilipollas, es un bipolar conmigo, a veces se comporta como alguien decente e incluso diría que me aprecia, pero luego cambia y saca su faceta de capullo íntegro...