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María miraba extrañada a los tres hermanos en la reunión general del día de antes del desfile. 

Carlota se acercó a ella. 

- ¿se puede saber qué les ocurre a estos? - susurró. - parece que no se quieren ni ver.

- no tengo ni idea, pero llevan así desde hace días 

- yo he estado ocupadísima con el trabajo, pero sí que es verdad que se nota que ni se hablan. ¿has hablado con alguno? 

- hablé con Franco pero me dijo que no pasaba nada - siguió susurrando.

-a César yo lo noto muy raro... - dijo apenada echando un vistazo a su amigo que permanecía aburrido de la reunión pero sin perder la compostura o elegancia. 

María hizo una mueca y miró a los tres hermanos. 

Sin quererlo, se quedó mirando fijamente a Leo mientras terminaba su discurso al que no prestaba atención la joven. 

En eso, sus ojos se encontraron con los de él. Ella dio un sobresalto y apartó la mirada nerviosa y algo avergonzada de que le hubiera pillado mirándole. Se sonrojó. 

Leo se la quedó mirando por un segundo, carraspeó la garganta y continuó su discurso.


La reunión terminó.

María espero a su amiga para irse juntas. 

- lo que sí está claro es que esos dos se han hecho muy amigos - dijo Carlota mientras miraba a Franco ir directo a Nicolai una vez terminó la reunión. 

María se percató de lo que decía. 


Franco sonrió a Nicolai, este le devolvió la sonrisa. 

- ¿por qué no has estado en la reunión? - preguntó el ángel. 

El vampiro sonrió.

- el señor Leo me mandó unos recados, quise darme prisa para no perdérmela toda pero apenas he llegado cinco minutos antes de terminar... - hizo una mueca. 

- no te has perdido gran cosa - arqueó los hombros. 

Nicolai se lo quedó mirando. 

En eso apareció Leo con paso firme y pasó al lado de ellos dos. 

- Nicolai, ¿hiciste lo que encargué? - habló tono serio. 

- sí, señor 

- bien, vamos - ordenó duramente. 

- sí 

El vampiro se puso en marcha, pero Franco levantó una mano cortando el paso a su hermano mayor obligándole a que se detenga. 

- espera - dijo molesto. - por qué le haces perderse la reunión de equipo. Él merecía haber estado, es parte del equipo como cualquiera de nosotros. 

Leo le miró con indiferencia. Franco permanecía con el ceño fruncido.

- señor Franco... - quiso intervenir el vampiro. 

- como mi secretario personal que es, es a quien debo acudir cuando me enfrento a imprevistos como los de esta mañana. Pero si te deja más tranquilo, procuro que sea consciente de la importancia que supone en el equipo todos los días - respondió serio sin dejar de mirar intensamente a su hermano. 

Franco parecía aún más molesto. 

- y si ya ha terminado tu momento sindicato laboral, debo irme - retomó su paso rodeando a su hermano. 

Seres caídos del cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora