Inmarcesible Destino [H.R.M.A. |+21]

CAP 44 "VERRUCKTHEIT"

No pude hacer nada ayer, porque me encontraba demasiado cansada y triste. El dolor me embargo por completo, consumiendo todas mis fuerzas.

Mis ojos apenas se pueden abrir y siento pesadez al levantarme.

Tengo los labios secos que añoran ser humedecidos.

Al llegar a la cocina veo a Dimitri apoyado en la pared, se queda en silencio.

—Buenos días. —saludo con voz adormilada.

—Buen día. —corresponde a mi saludo y me mira a los ojos. —Feliz cumpleaños, Renata.

Asiento y trato de dibujar una sonrisa, pero no puedo hacerlo. Siento mis mejillas arder al igual que cada parte de mi cuerpo.

Dimitri se acerca con lentitud, estira su brazo con lentitud analizando mis acciones que le indiquen saber si me encuentro incomoda por ello, pero no. Su mano se posa en mi frente.

—Tienes fiebre. —dice.

Farik ingresa a la cocina y nos mira con curiosidad.

—Tiene fiebre. —le dice Dimitri a inmediatamente Farik.

Niego y aparto su mano.

—Estoy bien. —digo y me tambaleo. —Bueno no lo estoy, en definitiva, no lo estoy.

Miro a los ojos de Dimitri mientras me tiene sujetada para no caer. Pierdo el conocimiento poco a poco y me dejo caer en sus brazos.

Al despertar me siento totalmente confundida.

—No te levantes, debes descansar. —dice Farik el cual esta sentado.

Me recuesto.

—¿Cuánto llevamos aquí? —pregunta mientras recorro la habitación de hospital.

—Diez horas. —musita.

Me quedo asombrada al escucharlo decir eso.

Adrik ingresa a la habitación y se muestra alegre al ver que he despertado. Se acerca a mí y da un leve apretón a mi mano.

—¡Joder, que susto! —se lleva una mano al pecho.

Dimitri ingresa a la habitación con un globo en sus manos que dice "feliz cumpleaños" es imposible no sonreír.

» Nunca he pasado un cumpleaños en el hospital.

—Pensé que te quedarías dormida toda la vida, también creí que dándote un beso iba a despertarte, sin embargo, fue la idea más idiota que he tenido en mi vida. —dice Adrik de manera rápida enredándose con algunas palabras.

—Estoy bien. —aprieto sus manos.

—Nos asustaste, Renata. —dice Farik en voz baja. —Tres hombres que no sabían lo que pasaría, hubiera deseado que Levana este aquí para que pusiera un alto a nuestros pensamientos locos.

Dimitri observa a Farik y le palmea el hombro al notar ese leve entre corte en su voz por mencionar a su hija.

Es inevitable no sentir un vacío por el hecho de que ella ya no este con nosotros, sin embargo, estoy feliz por ella, quería ir a Japón y lo logro.

Akran y ella tomaron una decisión de irse a vivir juntos, Farik no se mostro reacio, acepto lo que su hija decidió, aunque le dolía volver a separase de su única hija.

—Creo que ya estoy bien... —murmuro.

Miro a los tres.

—Te darán de alta en unas horas. —dice Dimitri y mueve el globo.