Inmarcesible Destino [H.R.M.A. |+21]

CAP 82 "ATTACKE (PARTE 1)"

Renata Roquer:

Vacío.

Esa sensación en el pecho causa un gran desequilibrio en todos.

Adrik en el transcurso de los días se aleja, guarda su dolor para él y lo toma como incentivo para matar a Amaranta; se encierra durante horas en la zona de entrenamiento y sale demasiado cansado. 

Por su parte, Levana, actúa inquieta y no sopesa lo que pasó, se hace pequeños arañones en sus manos y se siente sofocada al estar en una habitación, por ese motivo suele quedarse en la sala rodeada de todos. No puedo dejarla e intento darle mi apoyo, aunque a veces parezca no dar mucho. 

Maksim no puede evitar nombrar a Lerka en algunas ocasiones para hablar con ella, pero luego cae en cuenta de su error e intenta adaptarse a la nueva realidad en donde ellos ya no están con nosotros.

Akran se encierra en el laboratorio para avanzar con un inyectable que reduzca todos los efectos del gas, la sensación de miedo se incrementó en él al estar encerrado durante una semana en una jaula y por ese motivo trata de obtener una solución con rapidez.

Farik, se siente débil y toma reposo en el transcurso de los días, en cambio, Dimitri suele estar activo e intenta despejar a los demás de ese ambiente doloroso, pero en momentos su alta energía se viene para el suelo y debe descansar.

Antonella destruyó la sede más grande de Amaranta e incrementó el odio de la zarina; por otro lado, se disculpó al no haber podido realizar lo suficiente para salvar a Lerka y Vitali, pero en cuestiones realistas en donde estaba siendo perseguida por los rusos, la mejor solución era escapar.

Creí por un momento que ella había acudido a casa, pero se mantuvo huyendo y no acudió por el hecho de que dejaría al descubierto nuestro único refugio.

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Sostengo el brazo de Adrik para que se detenga de golpear el saco de arena, bajo la mirada hacia sus nudillos ensangrentados, me ve a los ojos con una expresión vacía y el dolor se expande por todo mi cuerpo.

―Detente, por favor ―pido, pero sostiene mis muñecas y con agilidad se deshace de mi agarre y vuelve al ruedo de ejercer violencia.

―Vete ―dice con un tono áspero y firme que me da escalofríos.

―Adrik.

―Por favor, vete ―dice nuevamente, esta vez lo hace con voz autoritaria.

Asiento. 

No puedo dejar de insistir en el tema de que pruebe más bocados de comida, ya que desgasta su energía haciendo ejercicio y puede recaer, vuelvo al sitio en donde está y noto una escena que me hace parar.

Tom descansa sobre su regazo como si supiera exactamente lo que sucede, deja de lado sus tratos tóxicos con él, para hacerlo parte de una calidez afectiva. Adrik se encarga de pasarle la mano por su cabeza mientras él se regodea de ese cariño, noto en su rostro una pequeña y tenue sonrisa.

Aprovecho ese momento para ingresar con un sándwich, no levanta su mirada, sabe que soy yo, se queda quieto y no deja de acariciar a Tom, que disfruta de ese cariño

―No tengo hambre... bebí mucha agua ―señala su botella, pero eso no va a mantenerlo estable. Por un momento sus ojos se topan con los míos y al instante los dirige a otro punto. 

Sus manos ocupadas están sobre Tom, pero no me mira, así que trato de actuar lo suficiente para provocar que coma un poco; muerdo un pedazo del sándwich, sin embargo, se resiste a mirarme.