Inmarcesible Destino [H.R.M.A. |+21]

CAP 67 "ЕЙ"

Pasado

Amaranta Smirnova:

Sacha Orlov está parado cerca de la jaula que era de Adrik y niega.

—Nadie podría escapar de aquí por más que lo deseará —contesta y dirige su mirada hacia Igor —, a menos que alguien le haya dado la oportunidad.

Igor camina con enojo hacia Sacha.

—No me vengas a hablar de esas estupideces, ¿Cómo podría dejar libre al enemigo?

Yuri está sentada con los brazos cruzados observando a los hombres que están discutiendo mientras yo bebo agua.

—Mientras alguien admita su culpa seguiremos siendo inmortales —comento sarcasticamente atrayendo la atención de los que están presentes.

Fiodora se acerca con detenimiento acompañada de una taza de café el cual comienza a beberlo.

—Ya pasaron meses —murmura Yuri —, no hemos hecho más que solo buscar un culpable.

El ambiente comienza a tornarse espeso y agotador.

—No puede escapar de Rusia al final de cuentas todos nos rinden... —se corrige Fiodora de inmediato —, bueno te deben fidelidad a ti.

Aprieto el bolígrafo hasta el punto de doblar la punta.

—Contrata a las mejores asesinas y ponle un precio razonable para que capturen a mi hijo —digo mirando a Sacha.

Orlov se acerca al instante de hablar.

—Tengo una idea —contesta con una sonrisa.

—Confío en ti.

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Adrik Marcovick:

Toso repetidas veces; las punzadas empiezan a incrementarse y toco mi sien dando masajes leves para quitarme ese malestar.

El hombre empieza la marcha y se detiene en la zona de revisión; desvío la mirada hacia atrás y veo a los guardaespaldas corren hacia nosotros mientras alzan las manos para atraer la atención. Pego el arma en su espalda.

—Atraviesa esa puerta o si no tendrás agujeros por todo el cuerpo... —musito.

El chofer hace caso y derriba las puertas; comienzan a disparar, tengo que recostarme detrás de unas cajas.

—Maneja más rápido. —Estiro los dedos para coger, aunque sea solo una bala para incentivar al hombre.

Los demás nos siguen y continuamente disparan sin cesar quitándome la oportunidad de poder tomar otro tipo de arma.

—¿Dónde mierda están los explosivos? —pregunto, él me señala en que está adelante y el sudor desciende de mi frente.

«Me entregaría a ellos si lo hago»

Elevo un poco la cabeza para poder mirar y veo la carretera que se parte en dos caminos, nosotros seguimos un trayecto predecible que indica el lado izquierdo.

—Cuando te diga: ¡Ya! Vas por la derecha—Suelto un resoplido al verlo por el espejo nervioso. — ¡Tú acatas!

La presión en mi pecho aumenta, cierro las manos con fuerza cuando recuerdo lo que hice.

—¡Ya! ¡Ahora! —Sostengo las tiras que dan seguridad a las cajas para no caerme y a la hora de recostarme termino haciéndolo de forma brusca por el movimiento inesperado del auto.