Inmarcesible Destino [H.R.M.A. |+21]

CAP 45 "GLASWÄNDE"

—¡Oh perdón! —exclama y empieza a reír, sus manos se posan en su estómago de tanto burlarse a costas de nuestro sufrimiento.

El tenedor pasa por mi piel y me estremezco por lo frío que es.

—Eres bonita. —murmura y coge mi rostro en sus manos —¡Que bonitos ojos tienes! ¡Estoy segurísima de que tienes los mejores tonos a comparación que tus tontos hermanos!

Muevo mi rostro para que deje de tocarme.

Amaranta dirige su mirada a Adrik.

—Ya sé porque te gusta. —dice —. La chica lucía demasiado prohibida, así que decidiste darle una gran mordida a la manzana. No te culpo hijo, es una belleza. Aunque, tu tienes ese concepto de no solo disfrutar del placer que te da el sexo, sino de conocer todo de ella.

Ella mueve la cabeza y hace un sonido de esos que hace una serpiente de cascabel.

—Anticuado, eso ya no existe en estos tiempos, pienso que los jóvenes de ahora solo follan y no piensan en los sentimientos. Además también pensé de que eras como aquellos tipos que disfruten del momento. —musita con enojo.

Las palabras que salen de su boca son desagradables.

Un hombre ingresa a la habitación y se pone detrás de Adrik, es imposible no sentir que me falta la respiración al ver cómo es una amenaza para él.

El hombre le quita la tela de su boca y Adrik despotrica en tan solo segundos, sus palabras salen con demasiada rapidez, pero con ese tono de agitación en su tono.

—¡Maldita sea, Amaranta!, le tocas un solo cabellos y te destruyo. —amenaza con vehemencia Adrik.

Ella pone un rostro de tristeza y se lleva las manos al pecho.

—Mi hijo queriendo matarme, que casual suena eso... —espeta con ese tono fingido —. No es algo nuevo, Maksim también quiere lo mismo al parecer, pero confío en que pronto vuelva con mamá y se quite esas ideas absurdas. 

Adrik vuelve a removerse y la mesa tiembla.

—¡Detente campeón! Tus hermosas muñecas se teñirán de un tono desagradable. No me gusta que mis niños luzcan moreteados.

Amaranta deja caer el tenedor y camina con firmeza hasta llegar a Adrik. Lo coge del cabello y hace que mire al frente.

—Solo mírala, luce débil. —dice con una sonrisa ladina.

—No... —susurra Adrik y de manera lenta va bajando la cabeza.

El miedo golpea con fuerza en cada parte de mi ser.

Unos hombres aparecen de la oscuridad de la habitación y me rocían algo en la cara, mi visión se va tornando borrosa y mis músculos se sienten débiles, mis parpados van cerrando de manera lenta.

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Abro los ojos con lentitud.

El terror nuevamente vuelve a latir con frenesí en mi pecho al darme cuenta en donde estamos.

Una especie de jaula de vidrio, el material en la que esta construido es de vidrio de esos que no pueden romperse fácilmente. 

Mis muñecas están sin sogas. 

A los costados puedo ver a Farik y Dimitri, metidos en esa caja al igual que yo. Están despiertos y confundidos por no saber lo que sucede.

Adrik está al frente de la habitación, pero me tortura el hecho de que se encuentro más lejos que nosotros.