Inmarcesible Destino [H.R.M.A. |+21]

CAP 22 "VERGIFTUNG"

El temor se va, mi miedo empieza a irse y mi corazón vuelve a latir de manera normal. Empiezo a buscar el camino para ayudar a Adrik. Escucho su voz y puedo ver su reflejo. Siento que está tan cerca, pero a la vez muy lejos.

—No, Renata..., retrocede y vete. —su voz suena tan débil y agotado.

Aprieto las manos con fuerza y niego.

—No puedo dejarte solo. —respondo con la voz agitada, aun trato de contener mi respiración.

Me siento totalmente en deuda con él, no puedo dejarlo allí, solo.

Marcovick golpea y derriba a uno, pero sus rodillas tocan el piso y coloca las manos para no estrepitarse con el suelo. Mi mirada se centra en su brazo el cual sangra demasiado.

Doblo y siento un peso de encima quitarse, al encontrarlo.

—Vamos. —digo jalándolo del brazo para que reaccione.

Tambaleo al notar que este cae de rodillas nuevamente, su respiración es irregular y de su frente desciende el sudor. Intento sostenerlo, pero su peso es mayor y no puedo con todo.

Deslizo mis manos a los bolsillos de mi pantalón y saco mi celular. Marco a Levana, pero no contesta, deslizo y marco a Dimitri. Él si logra responder.

—Estamos en problemas...

Siento unas manos sujetarme del tobillo, suelto un grito por la impresión, pero mi pie se mueve de manera aleatoria y lo golpeo. Adrik abre los ojos con pesadez y mira al sujeto que he pateado, se forma una leve sonrisa en su rostro, pero lo borra al instante y dirige sus dedos a su brazo.

—Ven rápido. —digo y corto la llamada.

Me saco la chaqueta y envuelvo el brazo de Adrik, sus dedos se aferran a mis manos e intenta sacarse la tela que esta sobre su piel.

—Vete Renata, ellos ya vienen. —dice mientras ve en el reflejo, pero al instante voltea y clava la mirada en el suelo.

—El tatuaje..., —Mi mirada recorre el tatuaje del hombre que yace en el piso, sobre el brazo y todo parece acomodarse. «Los Smirnov»

—No puedo dejarte. —respondo y vuelvo a sujetarlo del otro brazo.

Adrik se pone de pie y camina con dificultad. Lo dejo al ver que nos rodean, siento temor y el miedo a perder, me embarga.

«El miedo no debe dominarme»

—Solo lo queremos a él, tu no figuras en nada. Meterse contigo sería meterse con tus hermanos, niña estúpida. —dicen los dos hombres que tengo al frente.

Muerdo mis labios y borro todo tipo de pensamientos que me dificulten golpearlos. Las prácticas y entrenamientos albergan mi mente. No tardo en reaccionar cuando intentan atacarme.

Golpeo mi mano en el cuello de uno y lo pateo, el otro me coge de los brazos e intenta detener todos mis movimientos. Siento un leve escozor en mi piel y reprimo un gemido de dolor.

Tiro mi codo hacia atrás y doy un golpe en la costilla, consigo que este afloje su agarre por unos breves segundos; los cuales me dan ventaja para escaparme de sus brazos. Mi puño se estrella con su mejilla y lo empujo.

Mis manos sujetan su cuello y lo aplasto sin medir mi fuerza. Siento el brazo de Adrik sujetar mi pierna.

—No mates a nadie. —dice con voz baja. —Estamos en un lugar público.

Quisiera reír en este momento por algo tan desatinado que suena tan natural, pero no lo es.

Suelto el agarre que tenia sobre el cuello del hombre y me limpio las manos en mi pantalón. Por un breve momento me sentí desconectada de mí misma y quería acabar con él.