Renata Roquer:
Suelto un quejido al notar como quita la mano para atrás ocasionando así que haga un corte en mis palmas. No me reconoce ni en lo más mínimo. Intenta apuñalarme.
Quisiera poder reaccionar, pero me quedo quieta mirando cada movimiento suyo, Adrik pelea con él y lo arrincona hasta llevarlo contra la pared.
—Dimitri —pronuncio. Él se remueve e intenta contratacar dirigiendo su cabeza hacia atrás. Me pongo de rodillas cuando este cae por el golpe propinado por Adrik.
—Está vivo e intento matarte —digo con asombro cuando todo era predecible. Solo era cuestión de tiempo. Estiro la mano para tocarlo, pero me detengo al ver que este se mueve.
Adrik agarra mi mano, ve el corte causado por la interrupción del acto que deseaba llevar a cabo Dimitri. Limpia la herida mientras yo desvío los ojos hacia el hombre; me resulta difícil no verlo como aquel risueño sujeto que ahora está convertido en una marioneta.
Me quejo al percibir que envuelve una toalla sobre mi herida y me dice que sujete con los pulgares hasta que encuentre una especie de liga.
—No vuelvas a meterte así, por favor —dice con tono de preocupación, él sale de la cocina con un pedazo de tela para sostener la toalla, lo hace con delicadeza. Su mirada se dirige a Dimitri y parece convencerse a sí mismo que estuvo equivocado todo este tiempo.
—Lo más seguro es que tenían direcciones en donde podían encontrarte —digo y analizo un poco más la situación apoyándome en palabras de Maksim.
Empiezo a subir con rapidez hasta llegar a mi habitación, remuevo las sábanas hasta que el celular se me cae al piso por los movimientos. Cuando vuelvo a la sala me percato que Adrik ha sujetado a Dimitri de las muñecas y tobillos.
—¿A quién llamas? —pregunta mirándome con curiosidad, pero le pido silencio. Tanto el padre y la mamá de Adrik no contestan la llamada, sin embargo, Maksim lo hace después de tres intentos.
—¿Ya llegaron a casa? ¿Están bien? —Las preguntas salen con rapidez de mi boca. —Algo pasó aquí...
Maksim se queda en silencio dejándome así más intrigada por una respuesta.
—Encontramos a Farik, bueno no fuimos nosotros —se corrige de inmediato con algo de torpeza —. Intento matar a su hija. ¿Cómo lo sabías? ¿Acaso encontraron a Dimitri?
—No lo encontramos simplemente apare... —digo con la respiración entrecortada. —Quiso matar a Adrik.
Escucho como Lerka pide el teléfono de Maksim para hablar conmigo.
—¿No ocurrió nada grave? —pregunta con nerviosismo. —Dime. ¿Adrik está bien? ¿Y tú?
—Lo estamos —contesto mirando a Dimitri abrir los ojos, trago saliva.
No dice ni una palabra.
Se mantiene tranquilo como si nada hubiese pasado hasta bosteza.
—Es mejor que nos vayamos de este lugar, recoge tus cosas de inmediato —digo volteando para ver a Adrik, este asiente e indica que me adelante en hacerlo; subo a mi habitación y meto las cosas en una caja, veo a Tom y lo llamo para que reaccione, pero él sigue dormido. Lo coloco encima para llevarlo porque es muy flojo para levantarse. Cuando levanto la caja el peso causa dolor e incomodidad en mis manos.
—Puedo llevarlo —Adrik se acerca para cogerlo y señala que me marche —. Tú ve adelante.
Asiento mirándolo.
Dimitri me sigue con la mirada cuando voy bajando las escaleras hasta llegar al primer piso.
—Pequeñita. ¿Te llamas así? —pregunta con un tono sarcástico y se burla cuando su mirada recae en mis manos —. Dijeron: ve y divierte un poco, pero tráenos a Adrik Marcovick vivo.
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Inmarcesible Destino [H.R.M.A. |+21]
RomanceHistoria de Renata. Adrik Marcovick se gano el respecto de mi hermano, por consecuencia él esta destinado a ser quien cuide de mi en Italia, soy la niña pequeña a la que tiene que cuidar, sus tratos entre ellos son algo confuso apenas y entendí sobr...