Inmarcesible Destino [H.R.M.A. |+21]

CAP 73 "FAMILIENESSEN"

Renata Roquer:

Visualizo los mensajes de Adler, pero lo que planta mi atención es "trae invitados si deseas" No puedo evitar jugar con mi pelota, la cual me ayuda a disipar los nervios.

Camino hacia la cocina para ir a beber un poco de agua, siento el toque en mi hombro y volteo asustada, sin embargo, empiezo a relajarme. Es Adrik.

—¿Sucede algo?

Asiento.

—Adler dice que hará una cena para reunirnos en familia después de mucho tiempo, será mañana —contesto, toco mi abdomen al sentir un revuelco provocado por los nervios, sin embargo, quiero mostrarme firme cuando pregunto —. ¿Irías conmigo?

—Claro —dice.

Dirijo la mirada a sus manos que se mueve de forma constante, toco su mejilla y este me ve con temor.

—Podrías hablar con Lila, es mi terapeuta, estoy segura de que podría ayudarte.

Niega.

—No puedo mentirle y decir que solo estuve perdido. Estaba metido en una jaula de vidrio como si fuera un animal exótico. ¿Podría decirle todo eso sin que ella no tenga miedo?

Es imposible no sentir pesadez por no fijarme en algo tan evidente. Sufrió al igual que todos, pero lo está reprimiendo.

—Podríamos llegar a un acuerdo y obtener discreción —digo lentamente —. Puedes decir la verdad sin tener que ser tan explícito, Adrik. A mi modo es como conté lo que sentía, estoy mejorando.

—Lo haré, voy a intentarlo —dice con cierto tono bajo que no es propio de él.

Los papeles se invierten, si bien yo sigo lidiando con mis problemas, el de Adrik aún es un comienzo y necesita ese empujón para ir sanando esas heridas.

Coloco la pelota dentro de sus palmas para luego dar un apretón y que este vuelva a repetirlo. —Tus miedos y preocupaciones no son menos importantes.

—Sé que no nos encontramos en un punto fijo de tranquilidad, sin embargo, como tú te sientes es prioridad.

—Retrasaríamos todo.

Siento un leve hincón en el pecho por percibir ese sentimiento frustrante de parte suya.

—No será de esa forma, somos un equipo y si lo hacemos de forma equitativa obtendremos un balance, así que no te sientas como si fueras un retraso. Estarás bien, no te preocupes —digo, lo veo directamente, se queda en silencio mientras asiente.

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Al día siguiente, me topo con Lerka, la cual dirige mis pasos hacia el lugar de entrenamiento.

—Necesitas coger más confianza —espeta, acomoda mi cabello con un broche y procede a dar una orden para golpear el saco de arena —. Usa tus dificultades a tu propio beneficio.

—¿Cómo emplearía mi lentitud? —pregunto confundida. Levanto la mirada hacia ella para obtener una respuesta que llega al momento.

—Estuviste convaleciente en el barco mostrabas lentitud, por ello —dice dejándome un poco mareada al repasar lo que sucedió allí: perdimos. —Te pusiste de pie y lo atacaste porque al verte tan lenta le dio una perspectiva de que estaba toda hecha mierda.

—No ganamos nada, Dafne murió —susurro mientras los golpes se vuelven más bruscos, detengo el accionar cuando ella coloca su mano sobre mi muñeca.

—Debes acostumbrarte a perder —dice, siento los dedos de Lerka pasar por mis nudillos —. No ganaremos siempre.

Siento un remolino de emociones, pero trato de entender su punto.