Inmarcesible Destino [H.R.M.A. |+21]

CAP 49 "ÜBERRASCHUNG!"

Él tiene una posición totalmente firme.

—¿Realmente quieres el liderazgo de la mafia rusa? —pregunto.

Maksim asiente y frunce el ceño.

—Esa pregunta ofende.

—Te quedaría también el trabajo de reportero o periodista. —murmuro y empiezo a caminar hacia la salida.

La mujer se acerca a mí y me entrega unas llaves en las manos.

—Toma mi auto, te demorarás mucho para llegar a casa y pronto anochecerá. —su voz es tan suave.

Volteo para ver a Maksim y él se encoge de hombros.

—Solo espero tu llamado, Renata.

Es una situación extraña el hecho de que yo conduzca el auto, los que siempre solían hacerlo eran Dimitri o Farik.

» Concéntrate.

Salgo del auto y trato de no mirar la casa, sin embargo, al alzar la mirada lo veo y el sentimiento abrasador empieza a carcomer cada pedazo de mi alma. Las llaves caen de mis manos y me inclino para cogerlas.

Mis rodillas se flexionan y caen al pavimento.

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—¡Feliz cumpleaños, Naui Salang! —digo en voz alta y Adrik se levanta con lentitud.

—Buenos días. —dice con una voz ronca.

—Hoy es 26 de marzo. Así que vamos a comer mucho pastel hoy día.

Adrik sonríe y se pasa las manos por su rostro.

—¿Solo pastel?, yo quiero comer otra cosa. —me coge de la cintura con un solo brazo y me tumba a la cama.

—No sabía que se practicaba el canibalismo.

Él ríe.

—Quiero comer la hamburguesa que preparaste la otra vez. Me gustó mucho: tenía pollo, papas fritas, pepino, huevo cocido.

Arrugo mi entrecejo.

—¿Qué?

—Pensé que querías comerme a mí. —digo entre risas. —Ya sabes...

Adrik coge mis mejillas y los aprieta.

—Suena interesante, ¿Cómo se llama el menú?

Sonrío ante su atrevimiento.

—Renata Adagny. —contesto y siento mis mejillas arder.

Ambos reímos.

La puerta es tocada con mucha delicadeza. Adrik le dice que entren y yo me siento sobre la cama. Levana es la primera en entrar con un pastel en sus manos.

—Lo prepare con cariño. —dice la dueña de una suavidad inigualable al tocar la puerta.

Dimitri se abre paso y niega.

—Yo hice el pastel, no le crean. —dice Dimitri.

Levana se lleva la mano al pecho.

—Ahora va a pensar que no compre regalo, cosa que no es cierto. —dice pausadamente.

Sonrío ante lo que dice Levana.