18 años:
Adrik está en una posición estática, no puedo moverlo. Es como una roca, una jodida roca.
"No siempre vivirás en una caja de cristal, Renata" —decía con frecuencia Adrik mientras daba golpes precisos a la bolsa de arena.
Adopte una postura de sumisión y fragilidad, él alzó las cejas y me observó con cautela.
—Conozco muy bien esa jugada, ya no caeré.
Finjo no saber y este niega.
—Te has vuelto muy gruñón ¿Sabías? —digo hincando su brazo con mi dedo índice.
Él niega y me invita nuevamente a que lo golpeé, yo niego rotundamente y cojo la botella de agua.
—¿Qué papel desempeñas bien en el mundo turbio? —le pregunto con una voz poco perceptible.
—Trabajo solo. —responde y coge su toalla para limpiarse el sudor.
Mi curiosidad es inaudita, soy muy hambrienta cuando coloco una duda en mi cabeza.
—Las alianzas con mi hermano ¿Qué vendría a ser?
Él se acerca y me mira a los ojos.
—Eres muy curiosa... —dice analizando. —Igual no lo sabrás, son alianzas de varones.
"Oh, le salió su lado bribón"
—No te asienta ser el macho Alpha, dominante e impenetrable. —digo con sarcasmo.
—A ti no te queda lo tierna e inocente. —responde con rapidez. —Aunque si lo chismosa y mentirosa.
Levanto el pie para golpearlo en la espinilla, sin embargo, él es más rápido y me sujeta del brazo y me empotra contra la pared.
—Esto es sucio. —me quejo al no salir tan fácil de su agarre.
—Tú lo comenzaste y yo lo termino. —dice.
Cojo su brazo y sumerjo mi cuerpo formando una catapulta, balanceo mis piernas y él cae al piso, sin embargo, logra tomarme de los dedos y me jala tal cual pluma.
—Ahora si lo hacemos de manera genial. —dice sarcástico.
Mis dos piernas están de costado con miras a la derecha.
Intento golpear su estómago en manera de broma, pero para él nada es chiste y me sujeta de las muñecas atrayendo mi cuerpo debajo del suyo.
—¿Te gusta someterme, ¿verdad? —le digo y me acerco más a su rostro, intentando intimidarlo.
Pero es inútil, el señor Adrik es un varón muy duro y no cede con facilidad.
—Eres tierna cuando intentas ganarme.
Elevo mis piernas, pero este es rápido y dirijo sus brazos oponiéndose a que lo patee justo en las canicas.
—¡Oh! Iba a verme más tierna, golpeando ahí abajo. —dije sin desfachatez y apunté hacia la parte de abajo de su cuerpo.
Actualidad:
Los labios de Adrik son realmente el pecado encarnado.
"Esto no puede ser real"
Aunque yo fui la que di el primer paso y fue sin consentimiento, eso genera que mi cordura me obligué a dar marcha atrás, sin embargo, su mano derecha sujeta mi cuello.
—No recordarás esto mañana probablemente. —dice y muerde mi labio, esa acción genera escozor en todo mi cuerpo.
—Quiero recordarlo... —respondo y me inclino más hacia sus labios.
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Inmarcesible Destino [H.R.M.A. |+21]
RomansaHistoria de Renata. Adrik Marcovick se gano el respecto de mi hermano, por consecuencia él esta destinado a ser quien cuide de mi en Italia, soy la niña pequeña a la que tiene que cuidar, sus tratos entre ellos son algo confuso apenas y entendí sobr...