CAP 42 "FURCHT"

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» Adler lo sabe.

Esta demasiado colérico y trata de encontrar su paciencia en algo que parece inexistente. El iracundo Adler Roquer, se concentra en las fotografías en donde salimos Renata y yo del centro comercial.

» El estacionamiento.

Suelto un suspiro al ver que no grabaron nada de lo que paso dentro y solo son fotos.

—¿Contrataste a alguien para que nos siguieran?

Él me observa con el ceño fruncido.

—Ni siquiera dude un poco de ti para atreverme a contratar a alguien, ¡Maldita sea! —exclama con total enojo —. Confiaba en ti, Adrik Marcovick y me has traicionado de la peor forma. Mi hermana no estaba en el trato, ¡No lo estaba!

» Mis sospechas de esa foto van de frente hacia Amaranta Smirnova. Sé que ella puede ser la causante de las fotografías que tiene Adler en sus manos.

No puedo excusarme detrás de un "lo siento" porque realmente la he cagado.

—Te dije que no te liarás con mi hermana. —Los dientes le rechinan a Adler con cada palabra.

Aprieto las manos con fuerza y me armo de valor para enfrentar los sucesos.

—Estoy saliendo con Renata desde el trece de octubre del año pasado. —confieso mirándolo a los ojos, Adler da grandes zanjadas y coge mi camiseta.

Dibuja una sonrisa sarcástica.

—Ella es el motivo de tu repentino "descanso", mi hermana se ha convertido en el impedimento para que vuelvas a Rusia. ¿Realmente puedes ponerte en esa posición de abandonar todo por ella? —me pregunta de manera irónica.

Adler toma una gran bocanada de aire.

—Descarado, ¡Bravo, Adrik Marcovick!

—Podría dejarlo todo por ella.

—¿Lo harías de verdad? —pregunta nuevamente mirándome con firmeza.

—Claro que sí.

Suelta un largo suspiro.

Él tira las fotografías al piso.

—¿Qué se supone que harás ahora? —pregunto —. No puedes deslingarte de mí, porque quedamos en que yo te entregaría la cabeza de Amaranta Smirnova, si tu me dabas el puesto de accionista mayoritario en la empresa.

Retrocedo al sentir como invade mi espacio.

—Eso no quiere decir que tuvieras el mínimo derecho para aprovechar y meterte con mi hermana. Dejamos en claro que no lo harías. —espeta —. ¡Maldita sea! Que idiota fui al pensar que no tendrías nada con Renata. Tu desfachatez me hará quedar como el jodido malo de la historia.

—La desfachatez viene ha ser por parte de los dos. Renata y yo nos queremos más de lo que podrías imaginártelo. No puedes apartarme de ella como si arrancarás la página de tu maldito libro. —digo con un tono firme.

—Puedo atreverme a muchas cosas por mi hermana. —pronuncia y me empuja —. ¡No me jodas con tus estupideces, porque no creo absolutamente nada, Adrik Marcovick!

El puño de Adler aterriza sobre mi mejilla tirándome al piso.

—Renata regresa hoy a Alemania. —espeta.

Mi pulso empieza a dispararse por completo y empieza a faltarme aire.

—Ella no irá a ningún lado. —contesto mirándolo a los ojos.

Inmarcesible Destino [H.R.M.A. |+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora