Inmarcesible Destino [H.R.M.A. |+21]

CAP 75 "UNERTRÄGLICH"

Renata Roquer:

La semana se pasa entre noticias de la relación que mantengo con Adrik. Ni siquiera asisto a reuniones por los periodistas intolerables que me asechan. Ocupar uno de los apellidos influyentes en Alemania, tiene sus beneficios, al igual que desventajas.

Salgo de la burbuja de pensamientos para enfocarme en Maksim.

—Le hice un dibujo a la psicóloga y me dijo cosas de las cuales no estaba enterado. ¡No cabe de que esto es sorprendente! —espeta. Se queda en silencio analizando.

—Ya veo, yo pase por eso y me quede igual de asombrada.

Sus ojeras han disminuido, se ha centrado en la realidad, pero no deseo que lo haga de una forma brusca, necesita ayuda profesional, él siente que se ha quedado solo y no sé si pueda de alguna manera bastarle mi presencia cuando al principio únicamente hicimos equipo para derrotar a su madre.

—Lo haces bien. —Me acerco a Maksim, este no se aleja. Intenta dar sonrisa, pero su rostro me muestra una expresión fría.

—Bueno... no sé, soy reacio ante estas cosas, pero considero que podría ayudarme. ¿No?

—Sí.

Asiente y encoge los hombros, como si de ese modo se sintiera más aliviado.

—Me duele la cabeza. —Hace a un lado el tema y dirige sus pasos al botiquín, Lerka hace su aparición en la sala y nos ve confundida.

—¿Pasa algo?

—Siente malestares —contesto, ella se va en dirección a Maksim. Los veo a ambos en silencio, la manera en que está para él es sorprendente. La calidez que desprende Lerka es tan adictivo que no puedo evitar pensar en mi mamá.

Llevo las manos a mi vientre y dejo escapar un quejido. Me bebo toda el agua que resta en el vaso y suelto un suspiro. Volteo en dirección a la puerta, al escuchar como los pasos se hacen más duros y presiento de quién se trata.

—Akran encontró una dosis pequeña que causa efectos positivos —dice Vitali, me sorprende ese hecho y acelero mi caminar para ir a una de las habitaciones de la zona norte sin ni siquiera haberlo escuchado por completo. Subo los escalones y visualizo dos puertas, una de ellas es el laboratorio improvisado que se armó con la finalidad de que Akran pueda trabajar y la otra es la que dirige hacia las habitaciones en donde están: Dimitri y Farik.

—No tiene mucha duración —contesta. 

—¿Cuánto?

—Solo unas horas puede presentar lucidez, pero no es certero el hecho de que puedan reconocernos.

Me quedo en silencio.

—No tiene sentido —digo, desilusionada.

—Él dice que podemos seguir administrando dosis de ese fármaco —contesta Vitali, vuelve a llenar las esperanzas y de forma instantánea presiento del, pero que vendrá después. Asiento, trato de colocar una expresión firme. No obstante, percibo que puede deducir como me encuentro, llena de líos en la cabeza. Ingreso a la habitación luego de tocar y recibir la respuesta de Levana.

—Tenemos resultados. —Akran no transmite emoción alguna —. Podrías tomarlo como positivo, pero en términos reales es una miseria lo que obtuve.

—Eso es bu...

—No y tú lo sabes —dice. Se comporta firme, sin darme esperanzas falsas —. Necesitamos una muestra para poder crear una dosis que reduzca sus efectos.

—Lo sé —contesto, evito mirarlos mientras me concentro en lidiar con las cosas que tengo en la cabeza. Repito la técnica de respiración aprendida en las terapias —. No podemos conseguir eso ahora. ¿Qué pasaría si se retrasa?