Inmarcesible Destino [H.R.M.A. |+21]

CAP 84 "FERTIG"

Renata Roquer:

Amaranta pensaba que no tenía debilidades, pero como cualquier humano los tiene. Se ha quebrado ante la muerte de Fiodora, no hay que verlo dos veces para saber que así es, corro sin dejar que piense, la mano de ella sigue levantada negando a que realicen ataque alguno.

Las ganas de vomitar se incrementan y mi estómago se remueve con fuerza.

El control cae cerca de unos guardias, quienes recogen con rapidez antes de que este toque el suelo, pero no disparan, envuelvo su cuello con los brazos, sin embargo, golpea hábilmente con sus codos que finalizan en mis costillas, haciendo que me retuerza de dolor.

Adrik se acerca sin dejar de sostener el arma, sin embargo, cuando nota que estos elevan las suyas, dispara de forma automática, lo cual desata un ruedo de disparos y me distraigo por unos instantes al verlo caer, Amaranta aprovecha esos segundos y se libra de mi agarre mordiendo mis brazos para luego estrellar el puño en mi cara.

—Lánzalo —ordena mirando al guardia que se oculta detrás de un muro y lo hace al instante, ella logra cogerlo.

Amaranta corre de inmediato a las zonas de las escaleras, mientras yo sigo recostada en el piso, de alguna forma quiero evitar que me caiga un impacto, Akran no se detiene para nada a la hora de disparar y es el respaldo que sostiene nuestras vidas, Dimitri se une al igual que Farik quien toma mi arma.

—Mierda. —Se queja Maksim con las manos sobre el abdomen, el cual sangra, pero de alguna manera consigue arrastrarme detrás de la mesa del mostrador, la culpa se centra en mi pecho al notar que está herido mientras observo en silencio como de inmediato se quita el chaleco, ya no ha resistido lo suficiente tras los impactos de alto voltaje, que han abierto una herida cerca de la zona de sus costillas.

Me levanto rápido al escuchar que la lluvia de disparos cesa y es una clara victoria para nosotros, aunque un guardia logra escapar. Corro hacia Adrik, quien sigue sobre la mano en el pecho con un impacto que ha creado un gran agujero en su chaleco, el cual quito para observar si lo ha afectado, pero la sangre mancha mis manos y el corazón me late con fuerza, su respiración es débil y al igual que sus latidos.

—Adrik —susurro con temor al ver la herida que está a la altura de su corazón e intensifica el miedo cuando capto que mientras pasan los minutos no despierta, cosa que ocasiona que perciba las lágrimas y el nudo en mi garganta, lo cual me impide respirar con normalidad.

Dimitri se acerca a Adrik al igual que Akran, quien se encarga de tocarle el pulso.

—Estará bien —asegura Akran, eso es suficiente para recuperar el ánimo, pero tengo las mejillas humedecidas con las manos temblorosas sin dejar de sentir la mirada de los demás.

Me pongo de pie e interpongo distancia antes de que siga aferrada a verlo despertar, desvío la mirada hacia donde ha huido Amaranta.

—Es la última oportunidad de acabar con ella —aseguro. Aprieto las manos y hago que estas dejen de temblar.

—Me quedaré con él —dice Akran.

Farik y Maksim resguarda las puertas para que estas no sean abiertas por ningún motivo, el cual si se abrieran desencadenarían la explosión más aparatosa del año.

Dimitri me acompaña y no espera un no por respuesta, no visualizo a Levana y a Antonella, ambas parecen haber desaparecido, pero esa duda pronto es resuelta cuando al girar hacia un pasillo, la hija de Farik sale y al percatarse del ruido eleva el arma rápida, sin embargo, la baja al darse cuenta de nosotros.

—Nos hemos comunicado con la policía —asegura Levana y abre el cuarto, el cual está repleto de pantallas, pero una es suficiente para que las habilidades de Antonella se hayan puesto en acción.