41

29 3 20
                                    

Viernes 16 de diciembre, 06:55 AM.

Ben Hardy.

Al día siguiente, cuando sonó la alarma, estiré mi brazo para tratar de apagarla a tientas hasta que lo logré, y tras eso, abrí mis ojos y volteé a mirar a Joe. Él seguía durmiendo, solamente que estaba boca abajo con todas las sábanas y mantas debajo de su cuerpo, dejándome una muy buena vista a su parte trasera. Pero ¡madre mía, que culazo!

Mientras tanto, me puse de costado para mirarlo mejor hasta que unos minutos después comenzó a sonar su alarma, ya que ésta sonaba a las 7 en punto, y la mía 5 minutos antes.

Estirando su brazo la apagó y se quedó ahí por un momento, hasta que esos lindos ojitos se empezaron a abrir de a poco hasta que quedaron conectados con los míos. Se me hizo tan tierno cuando trató de ocultar su tímida sonrisa, por lo que le sonreí.

—Buenas nalgas- ¡Digo! Buenos días.

Me miró sorprendido. —¿Qué dijiste?

—Buenos días, qué no me escuchaste? —Se rió y talló sus ojos mientras que me acercaba a acariciar su mejilla— ¿Cómo dormiste?

—Bien, muy bien. ¿Y tú?

—Igual, igual. Soñé toda la noche con un bebito llamado Joe.

—¿En serio? Me pregunto quién será- ¡Ah, soy yo!

—Por supuesto que eres tú. —Pellizqué su nariz y me levanté— Oye, no creas que te voy a dejar que te quedes más rato durmiendo, eh? Hoy es tu último día de clases, tienes el exámen final y te vas a recibir de diseñador gráfico.

—Amo la confianza que tienes en que voy a lograr terminar el curso.

—¡Pero es que sí vas a pasar, joder! Si yo digo que vas a pasar, vas a pasar. Ah, y luego de que te den el diploma y todo, te vamos a tirar huevos, harina, y otras cosas.

—¡¿Cómo?! ¡¿Me van a lanzar cosas?!

—Obviamente. De hecho, Gwil, Les y los demás van a ir.

—La puta madre. —Se quejó y se levantó— Mira, yo voy a levantar a los niños, me cambio, y vos por mientras no sé, les podés hacer el desayuno, porfis?

—Marchando. —Respondí saliendo del cuarto para ir a la cocina.

Por mientras, Joe despertó a los niños y se fue a cambiar mientras que yo hacía el desayuno para los niños y para mí y Joe.

Al escuchar el sonido de los escalones de la escalera, volteé a ver y ahí estaba Joe. Vestía una camisa blanca, unos jeans celestes y sus Converse negros, y hasta desde esa distancia lograba aspirar su dulce perfume. Estaba bien precioso.

Se acercó a mí y besó mi mejilla. —Gracias por ayudar.

—No hay de qué. —Besé su frente y tomé las tazas de leche de los niños para dejarlas sobre la mesa cuando sentí que bajaban por las escaleras.

—Holii. —Saludaron acercándose a la mesa aún con caras de sueño y pereza, lo cual me causó mucha ternura.

—Hola nenes. —Me acerqué a ellos y besé sus cabezas— ¿Emocionados por el último día de clases?

—Yo más bien estoy triste. —Respondió la castaña frotando sus ojos.

—¿Triste? ¿Por qué triste?

—Porque con nuestros compañeros no nos vamos a ver hasta marzo del año que viene. Y capaz que a algunos no los vemos.

—Y bueno, así va a suceder todos los años, Lynita. Igualmente se pueden juntar, salir por ahí, no te pongas mal, se van a seguir viendo igualmente. —Despeiné su cabello y me dirigí al cuarto para cambiarme.

somebody like you || hardzzelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora