somebody like you || hardzzello

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Martes 22 de setiembre, 6:59 AM.
Hardy Departament.

Al día siguiente, cuando la hora cambió a las 7:00 AM comenzó a vibrar el celular de Joe indicando que era el despertador. Frunciendo el ceño y aún con los ojos cerrados, buscó a tientas el celular y cuando logró tomarlo, apagó el despertador para luego seguir durmiendo un par de segundos más.

No era que Joe fuera siempre un vago, solamente que le dolía mucho la cabeza debido a la resaca de anoche.

Tras un minuto de luchar con la decisión de si levantarse o no, optó por la primera. Abrió los ojos soltando un gruñido y al ver el color rojo de las paredes y el lugar en el que estaba la cama, rápidamente supo que era el departamento de Benjamín.

Miró hacia atrás de él para ver si se encontraba el cuerpo de éste pero no estaba.

No sintió ningún ruido proveniente del salón o del baño, por lo que pensó que tal vez se habría ido, lo cual también se le hizo extraño que lo hubiera hecho. Se sentó, tomó sus bóxers del suelo y se los puso para luego ponerse el restante de su ropa, sin embargo, al ver la camisa de Ben esparcida en el suelo, llegó a dos conclusiones:

· Ben estaba en la casa.

· Si la camisa estaba ahí, se la podría robar.

Estiró su brazo para agarrar la prenda para ponérsela, para luego ponerse el restante de su ropa, pero al ver como la puerta de la habitación se abría dejando ver a Ben sin su camisa (pero con el restante de su ropa puesta, dah) con dos tazas en sus manos y un paquete de pastillas para la resaca, se quedó como estaba.

—Buen día mi príncipe madrugador. —Exclamó Benjamín en un tono dulce que desapareció cuando casi se tropiesa con el suelo y la bebida de las tazas casi se vuelca.El pelirrojo soltó una risita. —Hola Benny. Creí que te habías ido.

—¿Creíste que te había dejado solo un día después de tu cumple? ¿Qué clase de mounstruo crees que soy? —El ojiverde dejó las tazas sobre la mesita de luz y se sentó en la cama para así besar a su novio— ¿Dormiste bien?

—Bien. —Respondió frotando sus ojos con pereza para luego apoyar su cabeza en el pecho desnudo de su novio— ¿Y tu?

—Igual, igual. —Exclamó acariciando los cabellos del menor— ¿Quieres una pastilla?

El ojimiel asintió y Benjamín sacó del paquete una pastilla para así darsela a su novio, quién le agradeció en un murmullo para luego tomarse la pastilla con el café que había en una de las tazas.

Luego de tragarse la pastilla, dejó la taza en la mesita de luz y se sentó en el regazo del rubio. —Mimos. —El rubio sonrió y besó la cabeza de su novio para luego acariciar su cabello.

—Amor, hueles un poco a alcohol, sabías?

—Que me bañe decías. —Benjamín rió negando con la cabeza— ¿Puedo bañarme aquí?

—¿Que si me podía bañar contigo, Honey Bee?

—Ug, sabes qué? Mejor vamos de una vez o si no demoramos una enternidad. —El pelirrojo se levantó del regazo de su novio y jaló de su mano hasta el baño.

[...]

7:50 AM.

Benjamín aparcó su auto en el estacionamiento afuera de la facultad y miró a su novio haciendo un pequeño puchero. —No quiero que te vayas.

—Oh, Ben, yo tampoco me quiero ir. —Tomó la mano del rubio y la acarició— Pero me quedo acá hasta que suene el timbre, te parece?

—Te amo. —Exclamó rápidamente para así tomar las mejillas de Joe y unir sus labios en varios besos fugaces, hasta que sus labios quedaron pegados.