At the end. [Vkook] Omegaverse. COMPLETA

Twenty Nine

—Shhhh.

Susurró la figura al notar como la boca de Jimin tembló al prepararse para gritar.

—Pero miren que cosa más linda y apetitosa vino por su propio pie a este lugar—susurró la profunda voz que salía de la figura, era un hombre que curiosamente se combinaba con la oscuridad del lugar y hacía que una piedra se formara en el estómago del omega.

Jimin recibió una bofetada cuando intentó gritar y vislumbró una sonrisa blanca en medio de la patente oscuridad—Shhhh—volvió a repetir el extraño, pero el omega no le hizo caso y gritó con toda la capacidad que sus pulmones tenían dejando sentados a sus compañeros de tienda.

—¡Bu!—se mofó el hombre extraño con voz burlona, saliendo de la tienda a la vez que rasgaba la tela y sus ocupantes soltaban gritos de miedo e impresión.

La luz de la luna dejó a la vista otras dos figuras que esperaban afuera, un hombre y una mujer, todos con ojos grises y brillantes.

Jimin temblaba y por más que inhalaba no detectaba el aroma de un lobo en ellos.

—¿Q-quienes son ustedes?—el que se atrevió a hablar fue Yoongi, haciendo el mayor de los esfuerzos para que el pánico no se materializara en su voz. Su lobo le estaba gritando que era una situación bastante peligrosa.

—¿El lobito está asustado? Hump... si va a ser así ¿Para qué vienen a dónde no han sido invitados?—habló el otro hombre que estaba más lejos mientras una mujer se carcajeó con una risa histérica.

—N-no no vinimos a dañar a nadie...—dicho lo anterior, el alfa tanteó el suelo para encontrar la mano de Jimin y tomarla con fuerza, el omega le correspondió el gesto.

—¿Qué van a dañar si no queda nada más para que lo acaben?—chilló una de las voces.

—¿En serio vamos a hablar con la comida?—intervino la mujer, poco interesada en seguir la "amena" charla.

—Hay uno para cada uno, que ¡comience la cacería!— chilló la voz de uno de los hombres y un escalofrío que casi les parte la columna vertebral recorrió el cuerpo de los tres chicos que permanecían sentados y desorientados en el suelo.

Yoongi no lo pensó más, se incorporó velozmente y jaló la mano de Jimin para correr lo más rápido que sus piernas se lo permitieran, escuchando unas carcajadas tétricas a sus espaldas.

Avanzaron algunos metros cuando fueron impactados por la espalda cayendo de bruces al suelo, no había rastro del beta que los acompañaba.

—¿A dónde van?—preguntó la mujer que tuvo que esquivar una patada que Jimin le dirigió al rostro.

—Tenemos a un cachorrito agresivo hay que educarlo—siguió burlándose la mujer y pateando al omega con una fuerza impresionante haciendo que se deslizara un par de metros por el suelo, dejándolo además de adolorido, perplejo.

—¡Jimin!—gritó Yoongi antes de recibir un impacto en el rostro.

—Tú preocúpate por ti, alfa—ordenó una de las voces masculinas que escupió la última palabra como si fuera mierda y miraba con sus ojos brillantes al chico y su lobo se lo gritó otra vez desde el fondo de su instinto, tenía que escapar como fuera, porque este no era un oponente al que pudiera hacerle frente sin comprometer su vida.

—¿Por qué nos atacan, no les hemos hecho nada?—reclamó el alfa, tratando de controlar el olor a pánico que se escurría por cada uno de sus poros.

—Invadir nuestro territorio es motivo suficiente para que perezcan aquí—dicho lo anterior el sujeto se abalanzó sobre Yoongi que por los pelos logró esquivar el golpe que terminó en la tierra reseca por las llamas, haciendo volar muchísimas partículas por el aire.