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El cuerpo de esa chica estaba helado, sobre todo sus pequeñas manos. La herida en el brazo lucía como si hubiera sido provocada desde el interior. Lo que despejó toda duda de que hubiese sido atacada. Limpiarla en su totalidad tan solo tomó un rato, y ella no opuso ninguna clase de resistencia. Su conciencia estaba perdía de todos modos, ni siquiera respondía al dolor, sí es que el pelirrojo le provocó alguno mientras la apretaba con una banda blanca.

Después de hacerse cargo del brazo, Yagami la recostó sobre su cama, para ese momento, el cielo matutino de la madrugada se reflejó en las ventanas. Entonces levantó las sábanas para cubrirla, pero fue atacado por la confusión ante una inesperada reacción con poca conciencia de Sunem.

—Onii... sama. Quédate un poco más... por favor...

Sus brazos se elevaron para rodear el cuello del pelirrojo aun cuando uno de ellos estaba lesionado considerablemente. Esa mujer no tenía suficiente fuerza y aun así, el peso de Yagami cayó sobre ella, atrapado por culpa de la sorpresa que sus palabras le crearon.

"¿Onii-sama?"

—A-del...

Su cuerpo hizo un último intento por aferrarse al cuerpo de Yagami cuando el nombre de "Adel" salió de sus pálidos labios. Sus movimientos fueron torpes ocasionando que sus rostros se acercaran lo suficiente como para que Yagami pudiera percibir su densa respiración sobre la piel de su rostro.

Instintivamente, el pelirrojo empujó el cuerpo de la chica logrando que se apartara dando un pequeño giro, sin embargo, su brazo quedó aprisionado bajo el cuello de esa mujer. Se encontró sin aliento. él simplemente no estaba preparado para algo como eso. Esperó por un momento y consideró inútil hacer otro movimiento. Pensó que tan solo debía permanecer en esa posición un rato, mientras se quedaba completamente dormida, pero aquello demoró lo suficiente como para que no fuera nadie más que él, quien terminara vencido por el sueño.

El azul de cielo era visible para ese entonces, poco tiempo le quedaba para descansar. Contrario a lo que pensó, su cuerpo se relajó lo suficiente como para perderse en la inconciencia, por eso, cuando volvió a sus sentidos, no pudo explicarse como es que estaba mucho más cerca de esa mujer que en un principio.

El calor recuperado de su cuerpo lo atrapó, las horas simplemente transcurrieron. Yagami reconoció la realidad cuando un claro gemido salió de los labios de esa chica. Estaba abrazándola por la espalda, así que la única razón por la que el cuerpo de esa mujer reaccionó de esa manera tan aturdidora, solo podía obedecer a los inevitables comportamientos de su cuerpo masculino al despertar.

No es que hubiera tenido intenciones indecentes o algo parecido, pero la inevitable fricción entre su indomesticable y muy natural virilidad matutina, con la parte baja de la cintura de la chica, creó un contacto accidental demasiado vergonzoso y, aunque ella no estaba despierta, su cuerpo incitado, seguramente provocaría un desastre si el pelirrojo se atrevía a moverse siquiera un poco, así que nada pudo evitar el roce estremecedor que, ocasionó una inmediata reacción salvaje en Yagami.

La respiración de Sunem se sentía caliente cuando acariciaba la piel del brazo de Yagami bajo su cuello. Entonces el pelirrojo se levantó violentamente quitándosela de encima de golpe. Siendo incapaz de controlarse, la despertó desconsideradamente.

Los sentidos de la chica pelinegra comenzaron a revitalizarse uno a uno y sus ojos oscuros se abrieron lentamente. Lo primero que vio, fue la espalda a ese pelirrojo; sin embargo, cuando quiso moverse, el dolor en su brazo le trajo un vivido recuerdo de la noche anterior. No fue difícil suponer lo que había sucedido y como es que terminó en ese lugar.

—¿Yagami?

—No tienes que levantarte, tengo que irme, puedes irte cuando te sientas mejor.

El pelirrojo se limitó a responder sin darle la cara, pero ella estuvo más interesada en la banda blanca que le cubría el brazo, muestra de una amabilidad que no encontraría fácilmente explicación si venía de esa figura despiadada. 

Enlace De SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora