Estaba oscureciendo, y el encuentro definitivo se redujo a ese tiempo y espacio entre los árboles tras los edificios del comité. En los ojos de Kagura no había duda alguna, el espejo por fin le mostró lo que tanto deseaba, era verdad que esa mujer era Susano, su corazón se encontró atado irremediablemente a la desolación.
Susano, el dios que fue castigado con el exilio a Izumo, el dios que liberó al mundo de la desgracia conocida como Orochi, ahora estaba ante ella. De todas las generaciones del clan Yata, en este, en el que ella vive, tuvo que suceder lo inimaginable.
Susano cerró los ojos al comprender el propósito de Sunem: un momento en que los tesoros vinieran a ella sin ser forzados, sin lastimar a nadie, fue algo que comenzó a desear mientras más cercana era a Kusanagi y Yagami, algo lamentable en todas sus formas.
—Mujer estúpida.
Aunque la voz de Susano, no era diferente de la de Sunem, su tono sorprendió a Los tesoros y a aquellos intrusos que la miraban descaradamente, como si, el cambio de su apariencia, no hubiera sido suficientemente impactante.
—Todo este tiempo has andando frente a nosotros con esa cara, me pregunto cuanto más está por venir. ¿Qué eres exactamente Susano?
Los ojos rojos incluso más vacíos y atemorizantes que los de Yagami se dirigieron a Frey cuando se atrevió a llamarla por su nombre, algo que solo se le tenía permitido a los seres celestiales. Frey era en verdad insistente y atrevida, la deidad odiaba tener que aceptar lo admirable que era.
—¿Acaso creíste que este torneo se hizo para demostrarte quien era Susano?
Schulding se acercó a Susano, mirando con desprecio a la rubia. Esa confrontación, permitió que las miradas de Susano y los tesoros sagrados se encontraran directamente. Ninguno se había movido desde que ella adoptó una apariencia tan diferente. Sus cabellos siempre oscuros ahora brillaban como la plata, y sus ojos opacos, parecían rubíes. Una hermosa figura de piel blanca como la nieve, con una extraña marca en la mejilla izquierda, estaba frente a ellos. Se parecía a Sunem, pero no podían decir con seguridad que lo fuera, su mirada severa, brillaba con un resplandor inquietante.
En la inconciencia de Chizuru, unas palabras frías resonaron en el interior de su cabeza, como si el viento le hubiese hablado: "Ahora puedo ir a Izumo." La voz invadió cada uno de sus sentidos y con ello el rugido de las bestias celestiales abrumaron su conciencia. "Gembo, Byakko"
—¿Es esto el final? En verdad eres tú, si estás aquí, significa que Sunem...
La voz sorprendida de una pelirroja alertó a la sacerdotisa. La mujer que apenas podía parpadear ante el cambio significativo que sufrió Sunem, ignoró todo su alrededor y se postró frente a Susano, con una irónica sonrisa.
—¿Vice?
Chizuru reconoció a la pelirroja quien vino tan pronto como le fue informado el fenómeno de luces que se creó en el cielo.
—¡No te acerques tanto!
Vice se dirigió con soberbia hacia Chizuru, amenazándola directamente, pero Chizuru ignoró su advertencia.
— Sunem ha intentado obtener los tesoros por sus propios medios, por temor a que el mundo sea sumido en el caos por mis manos, en realidad ella no sabe nada. Los tesoros vendrán a mí, la única que puede evitarlo es Amaterasu, eso lo sabes perfectamente ¿no es así? Sacerdotisa.
Chizuru entendía sus palabras, pero no estaba segura de que pudiera comprenderlas.
—Ella me ha contenido con todas sus fuerzas, pero al final me liberó tan solo por demostrarte que no te había mentido... ¿no es patético?
Ahora los ojos carmín del dios, se dirigieron hacia la figura de Kusanagi Kyo.
—Es porque no quería ser odiada por ti que, aceleró las cosas. Esta herida no es falsa, y tampoco es mentira que no quería pelear contra ti, pero es verdad que desea resucitar a Rugal y ¿sabes cuál es la razón? ¿Crees que todo en esta vida tiene que ver contigo? ¡Kusanagi Kyo!
Podía ella ser una deidad a la que Chizuru claramente temía, pero Shingo y Benimaru no podrían continuar escuchándola hablar contra Kusanagi.
—Quería hacer feliz a la princesa que es preciosa para ella. Kusanagi ni siquiera existía en sus pensamientos cuando comenzó el proyecto [R] y aun así, lograste que se arrepintiera de su único propósito en la vida, tuvo miedo de continuar si ibas a salir herido, pero ya no podría detenerse.
Sus palabras eran confusas, esa mujer poseía unos ojos que asemejaban el impacto que creaba la serpiente de ojos dorados. Tal vez solo por ser humanos no podían entender lo que sucedía.
Entonces la sacerdotisa hizo una reverencia, algo que nunca cruzó por los pensamientos de Kyo. No había ninguna batalla que librar, era verdad, porque una deidad era tan inalcanzable, pero esas cosas eran insignificantes para Yagami. Vice estaba lista para hacerle frente, cuando fue sobrepasada y ese pelirrojo alcanzó a Susano.
Solo por unos segundos, Kagura y Kusanagi miraron con atención, la expresión en Vice se congeló en la sorpresa.
—Podrían ustedes 3 vencer a Orochi, pero contra mí, es otra historia. Voy a ser clara contigo, Sunem puede estar enamorada de ti, pero yo no tengo esos intereses, será mejor que no te me acerques.
El rostro de Yagami palideció por sus palabras. En un principio, todo lo que ella le dijo a Kusanagi comenzó a molestarlo, pero ahora, incluso si ella lo miraba como a un extraño, sus palabras lo dejaron inmóvil. Sunem estaba enamorada de él.
— Sacerdotisa, te daré la oportunidad de entregar los tesoros por ti misma, estaré esperándote, estoy seguro de que no deseas que los tome por la fuerza.
Schulding, Nagi y Vice, cubrieron la espalda de la mujer que caminó para dejar ese lugar atrás.
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Enlace De Sangre
FanfictionCuando un nuevo y misterioso torneo de KOF estaba a punto de ser anunciado, el comándate Heidern descubre que esta relacionado con la familia Bernstein, pero que no tiene que ver con Rose o Adelheid y comienza una investigación secreta, para descubr...