Los ojos de Yagami apenas parpadearon, la chica mantenía una poderosa expresión de seriedad que le impidió confundirse. Sunem, simplemente estaba a punto de decírselo todo, como muestra de sinceridad o quizás, para engañarlo una vez más, él no sabía que esperar.
—He venido por los tesoros, porque poseo un poder que no soy capaz de controlar, eso es todo. Voy a tomar algo que es importante para ti.
Los ojos rojos de Yagami ardieron en expectación, pero a pesar de lo desconcertado que se sintió, mantuvo una profunda calma.
—Así que eres un dios ¿es lo que estas tratando de decir?
Yagami no era fácil de engañar, la apariencia de esa mujer desde un inicio fue llamativa, porque tuvo que compararla con los hermanos Bernstein. No hay nada en su cuerpo que mostrara claramente el linaje de su sangre. Sus manos eran débiles, y sus habilidades de combate completamente normales. Incluso más que normal, no tenía el físico de alguien fuerte, mucho menos el de un dios.
—Ser una reencarnación es diferente de ser un dios. Esta es solo una más de mis eternas tribulaciones.
Esta era la verdad oculta sobre una mujer que deseaba cumplir los deseos de quienes amaba, alguien dispuesta a cosas inaceptables para los mortales tan solo por ese propósito. En un principio su existencia no tenía tal importancia, pero el deseo egoísta de poder seguir viviendo en un mundo donde estaba "Él", le trajo ese destino.
Sunem fue gobernada por la soberbia y buscó el poder de las 4 bestias celestiales, los puntos cardinales que abren las puertas de la sabiduría y el poder absoluto, un poder que solo se le puede conceder a un dios; sin embargo fue inexperta e ingenua. No es que tan solo por ser una reencarnación pudiera tan fácilmente hacer uso de un título como el de dios. Con ese cuerpo humano suyo, no pudo resistir, ni controlar un poder tan grande, y ahora su vida estaba a punto de ser devorada por las mismas bestias que se suponía, debían obedecer a su llamado. Era lamentable decir que solo había podido controlar a 2 de ellas, pero tales seres celestiales, no pueden coexistir en el desequilibrio. Para completar el circulo, y restaurar el caos que creó, necesitaba los tesoros sagrados, el único vínculo en el mundo humano para entrar en el de los dioses celestiales.
Yagami no le tenía miedo al infierno, así que, si lo que ella decía era verdad, no había duda en que serían enemigos.
—Quiero ser capaz de vivir, no me importa el mundo entero, siempre que pueda volver hacia él y cumplir el deseo de la princesa.
De nuevo estaba mencionándolo a "él", como si fuera algo tan importante y por supuesto, no podía referirse a nadie más que a ese hombre: Adelheid Bernstein.
Yagami quiso callar sus palabras, porque estaba en el límite de lo que podía creer y soportar.
—Hasta ahora he podido resistir gracias al sello Kusanagi, Murakumo, pero entonces soy incapaz de usar mi poder o mi fuerza. Las 2 bestias celestiales se saldrían de control y mi cuerpo no podría resistirlo.
Sunem suspiró y miró hacia su brazo herido.
—Esa noche, tan solo quise llegar a Stardust para completar el trabajo, fue tan poco el esfuerzo que hice para sobrepasar mis limites humanos y terminé de este modo. Es como si los dioses me hubieran castigado, obligándome a seguir mis ambiciones con tan solo mi cuerpo humano.
Evidentemente la conclusión de Yagami resultó ser tan simple, en este punto, no podía salir intacto. Esa mujer era su enemiga, no tenía ninguna duda sobre eso, pero claramente era alguien que terminaría muriendo sola. Ni siquiera el camino del disturbio de la sangre era tan lamentable como esa inútil. El pelirrojo ya no tenía ningún interés en escuchar el resto de la historia, ni como planeaba ganar un enfrentamiento sin ningún poder. Seguramente ella lo sabía mejor que nadie; mientras no estuviera preparada para morir, no podría obtenerlos.
La mujer sofocada aun contenía el dolor, tan solo podía sentir lástima por ella. El pelirrojo pensó que era extraña y de alguna forma su debilidad, no le desagradaba.
—Sígueme.
Yagami caminó por el lugar en dirección al único dormitorio del lugar, aunque no era propio de alguien con una mirada tan fría mostrar misericordia de sus enemigos, terminó llevándola hasta la cama. Un hombre acostumbrado a caminar con el cuerpo cubierto de heridas por los constantes combates, también tenía vendas y lo necesario para tratar su herida, ahora estaba decidido a obedecer las palabras de Kusanagi y a enfrentar a esa mujer, cuando no tuviera ninguna ventaja sobre ella.
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Enlace De Sangre
ФанфикCuando un nuevo y misterioso torneo de KOF estaba a punto de ser anunciado, el comándate Heidern descubre que esta relacionado con la familia Bernstein, pero que no tiene que ver con Rose o Adelheid y comienza una investigación secreta, para descubr...