El torneo continuó, las batallas se volvían cada vez más exclusivas de aquellos con verdadero poder. Año con año, los participantes cuidaban de sus técnicas y, volvían más que para ganar, para probarse a sí mismos que, estaban superando su propia fuerza. Sus seguidores lo sabían, por eso, siempre estaban dispuestos a presenciar cada uno de los combates.
Estamos a la mitad del torneo y las cosas habían cambiado significativamente, desde la perspectiva de un dios, ya no tenía sentido permanecer en ese lugar. Originalmente, Sunem planeó enfrentar al Sacred Team llevando su cuerpo al límite en la batalla final, pero nunca creyó en la posibilidad de despertar a Susano. Ciertamente al ser el dios que derrotó a Orochi, si era este mismo quien tomaba los tesoros, la humanidad nada podría reprocharle.
Schulding estuvo largo rato observando a la chica, pero se sintió como si esa mujer no fuera la misma Sunem, algo cambió, no solo era su apariencia. Intentó llamarla, pero no respondía al nombre de Sunem, incluso se atrevía a asegurar que, odiaba ser llamada de esa manera. No se equivocaba del todo. Sí, hubiera sido bendecido con el poder del tiempo, definitivamente lo detendría, pero el destino continuaba atormentando su existencia; este plan y todo lo que ocurriría, ya estaba escrito, desde el momento en que decidió traicionar a Amaterasu y Tsukiyomi, por eso, sonrió en cuanto aquella, a quien esperaba, apareció en la entrada de esa habitación.
Una mujer rubia de suaves caireles despampanantes, hizo que, el mundo entero se inclinara ante ella. Susano apenas desvió la mirada para hacerle frente. Toda la emoción que experimentó, se quedó en sus dedos. Para Nagi la escena que vino a continuación, se salió de sus expectativas. El dios de la tormenta, se había hincado con la cabeza baja ante la rubia recién llegada, y, sin embargo, la recién llegada no pareció emocionada, más bien, fue como si estuviera molesta.
—Rose onee-sama.
—La maldición se ha hecho realidad, esa persona, también despertó, pero ha desaparecido. Me preguntó si puedo confiar en ti.
Susano levantó la cara.
—Estamos en un serio problema, así que debo darme prisa.
—Sabias que Vice y Mature estaban interesada en ese clon y aun así las dejaste moverse con libertad.
—Princesa, estoy segura de que simplemente están tratando se comprobar mis habilidades. Incluso hasta el final, ellas no pueden confiar en mí, pero no mentí cuando dije que, sí, Orochi es llamado a este mundo, es inevitable que yo responda al mismo llamado.
—Tú no le temes a Orochi, por eso preparaste todo esto. Ese clon es demasiado peligroso, ni siquiera tiene conciencia, por favor deja de hacer cosas estúpidas, yo sé que "él" nunca va a regresar.
—Lo siento mucho, princesa.
—Ocúpate de Orochi y luego, busca al proyecto [R] aún si es un experimento fallido, sigue teniendo la cara de nuestro padre.
—No hay duda en que la existencia de Orochi, terminará en mis manos. Y después, me disculparé apropiadamente por fallarte.
Rose suspiró profundamente y Nagi se encontró sin aliento, nunca esperó ese resultado, en sus suposiciones, jamás apareció Orochi y ahora la batalla de los dioses, estaba a punto de suceder. Recordó las palabras de Sunem una a una: Ella habló de un poder que la detendría si no era capaz de controlar el poder de las 4 bestias celestiales, si era empujada a la oscuridad. Para evitar que este mundo terminará en la desolación, Susano se dejaría devorar por la serpiente de 8 cabezas si no fuera capaz de controlar su propia oscuridad, y entonces, lo que dejará al mundo, es a Orochi. Su última carta eran los tesoros sagrados, esa es la verdad tras sus deseos de tener a esos 3 de su lado.
El viento alborotó el largo cabello plata de la deidad, cuando Rose abrió la puerta por la que había llegado tras su efímera visita. Se perdió por largos minutos en sus pensamientos, mientras Nagi escoltaba a la princesa. La próxima vez que Susano volviera a ver el rostro severo de la rubia, todo habrían terminado.
Rose se fue del lugar con una amarga sonrisa remarcando el error que Susano había cometido, y la figura de la deidad se habría culpado por un buen rato, pero antes de continuar lamentándose, una figura pelirroja se presentó ante ella, reduciendo la vigilancia de Schulding a la irrelevancia.
Yagami, alguien a quien consideró peligroso desde la primera vez que cruzaron miradas, no tenía razones para detestarlo, simplemente odiaba lo que experimentaba su cuerpo entero, cuando pensaba en él.
La forma tan arrogante de caminar del pelirrojo, hizo comprensible la razón de que estuviese ahí, o lo que pretendía dirigiéndose a Susano, tan atrevidamente.
—Qué desafortunada situación.
Susano suspiró.
—Ella volverá, sé paciente o de lo contrario voy a matarte.
La confusión de Yagami se manifestó enseguida, en adelante, no sabía cómo comportarse ante alguien que parecía tener la habilidad de leerle la cabeza.
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Enlace De Sangre
FanfictionCuando un nuevo y misterioso torneo de KOF estaba a punto de ser anunciado, el comándate Heidern descubre que esta relacionado con la familia Bernstein, pero que no tiene que ver con Rose o Adelheid y comienza una investigación secreta, para descubr...