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Con un clima agradable, la noche estaba de acuerdo en ser el escenario para un gran espectáculo. El lanzamiento tan esperado había llegado. Himemiya tenía una enorme sonrisa en el rostro mientras mostraba su mejor cara a los productores más importantes del medio. Kanoe por su lado, ocultaba sus delgados dedos en sus puños nerviosos mirando el gran recinto ocupando ya, por una gran multitud.

Desde un inicio, su meta fue lograr una gran promoción para el álbum. Siempre supo que no podría cantar la canción por sí misma, pues habían pasado ya muchos años. Planeó convencer a Iori de alguna forma en ser el vocalista principal, pero conocía su personalidad y llegados a este punto, no podía estar más satisfecha con los resultados.

—¿La banda ya está lista? Kanoe.

Sunem apareció detrás de ella sobresaltándola, porque fue justo en esa figura pequeña de ojos oscuros, en quien sus pensamientos estaban a punto de desembocar.

—No han dejado de practicar.

La rubia suspiró profundamente por un momento.

—...pero, tenemos un problema... Yagami no ha dormido apropiadamente. Le dije que el sonido era en verdad bueno, pero se ha obsesionado un poco.

Ciertamente Sunem no estaba sorprendida de lo que escuchaba, conocía lo difícil que era ese hombre.

—Sabes, yo fui quien lo convenció de hacer este lanzamiento, sin importar su odio hacia Himemiya. Vino porque esta es una promesa, es por eso qué se ha esforzado tanto.

—¿Una promesa?... Es verdad, el habló sobre una promesa.

—El día que escogimos para el lanzamiento del álbum, es el aniversario de la muerte de la persona que compuso Yuuhi No Tsuki, mi hermana menor.

Sunem levantó la cara con sumo interés, pero avergonzada de alguna manera, consciente de que acababa de escuchar algo demasiado personal.

—Ella se acercó a Yagami de alguna forma, podría decir que fue algo más complicado que solo conocerse. Esta canción fue compuesta por mi hermana, especialmente para que Yagami la cantara. 

—Así que, todo es por una mujer...

—Por eso no soy capaz de obligarlo a detenerse, pero no miento al decir qué me preocupa.

Kanoe estaba siendo muy abierta. Sunem creyó que no debería contarle tales cosas, porque la culpa era demasiado difícil de sobrellevar, considerando que ella, estaba ayudando con un proyecto tan emocional, con intenciones ocultas.

—¿Podrías por favor ir a verlo?

La petición fue inesperada. Kanoe le sonrió dulcemente esperando por una respuesta alentadora, pero ¿Por qué tendría ella que verlo? Solo con imaginarlo tan mortífero de pies a cabeza, sabía que no quería verlo en realidad.

—Está bien si toma un descanso breve, creo que podría escucharte si eres tú.

De donde sea que Kanoe hubiera sacado la idea de que ese hombre la escucharía, estaba equivocada, además, Sunem no quería interferir en los sentimientos y el pasado de Yagami.

Kanoe se inclinó, sin dejarla pensar en algún otro plan. Dejar las cosas en sus manos, posiblemente no tendrían ningún resultado, pero terminó por aceptar y mientras caminó en dirección al estudio, dudó de cada uno de sus pasos. Ir hacia ese hombre, era como acercarse a algún tipo de flor venenosa, que podría matarla con solo un rose.

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