capt 40

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Capítulo 40

Capítulo 40

By Lilith

Metí la última camiseta que quedaba del armario en la maleta. Ya tenía el equipaje preparado para mi vuelta a Alemania. Todo estaba listo para celebrar la navidad en casa de mi padre junto con toda la familia. No podía quitarme de la cabeza el cómo sería una navidad entre vampiros. No recordaba haberla celebrado antes, eran unos días indiferentes. Jamás pensé que nosotros, todo lo contrario a la moralidad cristiana, sin sentimientos y sin nadie que nos importara salvo nosotros mismos, pudiéramos celebrar la navidad.

Cerré la maleta y la dejé junto a la puerta. Luego vendrían a buscarlas para llevárselas al aeropuerto y de ahí, al jet privado. Estaba claro que mi familia poseía bastante dinero gracias a la empresa familiar, es decir, una especie de “clínica de donación de sangre” que la distribuía por todo el mundo pero no a humanos sino a los vampiros de todo el mundo. Sangre que alimentaba a nuestra especie y de ahí, su éxito entre la población vampírica. Dentro de lo que cabía, era legal, no obligaba a los humanos a dar su sangre a vampiros sino que iban voluntariamente a donarla para dar vida a otras personas u... seres.

Bajé las escaleras hasta llegar al salón donde todos estaban esperando a mi madre. No parecían muy contentos por volver a casa, era más, parecía que no les hacía ninguna gracia. Podía entenderlo por Bill y Tom ya que ellos odiaban levantarse temprano. Pero lo que no podía descubrir era por qué la cara de Gordon estaba tan seria. Normalmente estaba sonriendo por ningún motivo en concreto, siempre feliz y alegre. Todo parecía haber cambiado de la noche a la mañana. Cuando descubrieron que Bill me había llevado con Nate se había desatado la locura en la casa y con ella, la furia de Tom.

-¡¿Crees que puedes hacer lo que te de la gana sin consultárnoslo antes?! ¡Sabes que cuando sales con ella eres tú el responsable de su seguridad!- Los gritos de mi madre me estaban taladrando los tímpanos. Se había enfadado muchísimo cuando me vio con toda la ropa llena de sangre. De mí sangre.

-Nate se había despertado. No podíamos dejarlo sin alimentar y lo sabes.- Bill intentó excusarse aunque realmente, era lo que llevaba haciendo desde que entramos por la puerta. Me sentía mal. Yo había sido la causante de todo este alboroto, bueno, no exactamente. Había sido Tom quien le había mordido pero había sido yo la que lo había convertido.

-¡Estaba todo controlado, Bill! ¡No hacía falta que Lilith le diera su sangre! ¡Por Dios, lo primero que no hay que hacer es llamar la atención y es lo único que se os da bien!- Mi madre empezó a andar nerviosa por todo el salón bajo la atenta mirada de todos menos de Tom, que miraba hacia abajo como perdido sentado en el sofá.

-Lo importante es que todos estamos bien, mamá. Era mi deber como su creadora alimentarlo. Soy yo la que debe arreglar sus propios errores.- Mi madre se volvió a mirarme como si lo que le estuviese diciendo fuese una locura. ¿Lo era?

-¡¿Qué?!- Parecía incrédula ante mi tentativa de calmar su nerviosismo pero sólo conseguí que se pusiese más histérica.- ¿Qué le voy a decir a tu padre? ¡¿Qué demonios quieres qué haga cuando lo primero que me dijeron fue que no podía salir ni una gota de sangre de tu cuerpo?!- Tom se levantó del sofá dispuesto a irse. Comenzó a subir las escaleras lentamente sin perder detalle de las palabras de nuestra madre.- ¡Sería más fácil si no te estuviesen buscando para matarte!- Me tensé al instante ante tan cruda realidad. Adam se vino a mi cabeza junto con Shelly. Él era uno de ellos y tenía a una de las personas que más importancia había tenido en mi vida. ¿Qué me hacía pensar que él no era como ellos y que no pretendía matarme? ¿Su palabra?

El silencio tomó el relevo de los gritos de mi madre. No se escuchaba nada, ni la respiración agitada de mi madre ni las palabras de Gordon para tranquilizarla ni el roce de la mano de Bill sobre la mía... ni los pasos de Tom. Estábamos envueltos en un ambiente que había pasado de frustración a miedo por las palabras de mi madre.

vinculo de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora