capt 38

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Capítulo 38

Capítulo 38

By Lilith

Si sólo fuese vergüenza lo que sentía, el dolor no sería el mismo. Nuestras miradas estaban fijas en las del otro, ambos intentando entender la situación sin perdernos en el intento. No sabía qué decir ni qué hacer aunque de todas formas, dudaba que pudiese hacer algo.

-No... no te... te acerques.- Se pegó a la pared de enfrente con los ojos muy abiertos y señalando a Tom con el dedo. Pretendía parecer amenazante pero su repentino tartamudeo lo delataba.

-No me jodas.- Tom se acercaba a él a ritmo acelerado antes de que a Nate le diera por escaparse. Yo, sin embargo, no podía hacer otra cosa salvo observar la escena tan nefasta que se había formado en tan poco tiempo. Ya no me importaba el dolor del cuello ni si la herida se había cerrado ya. Sólo podía ver como el brillo de los ojos de Nate había desaparecido y como se había formado en ellos una expresión de terror ante el monstruo que tenía delante, yo.

-¡Aléjate!- Fue capaz de que en su garganta se acumulara todo el aire posible para gritarle a Tom.- Vete.- Tom se puso delante de él hasta taparme por completo la figura temblorosa de Nate, encogido en el suelo y con el rostro pálido.

-No me des órdenes.- Tom frivolizó. Me asusté mucho cuando vi como Nate se elevaba en el aire sujetado por la mano de mi hermano en su cuello.

-¡No!- Grité.- ¡Suéltalo, Tom!- Corrí hasta ellos y cogí a Tom del brazo para que le soltara. En otro momento, en otra circunstancia, ese contacto entre mi hermano y yo me habría producido miedo. Ahora, lo más importante era Nate. Más importante de lo que yo pensaba.- No le hagas daño.- Empecé a llorar en silencio viendo como Nate me miraba sin articular palabra.

-...- Tom dudó varios segundos hasta soltarlo y dejar a Nate tosiendo en el suelo. Me agaché junto a él con la intención de tranquilizarle.

-No... no me toques.- Se retiró de mi lado mientras me miraba con cara de desprecio y asco. Sí, asco era lo que vi en su cara, asco y repulsión y quizás fuera eso lo que hizo que me pusiera de pie y me alejara de él.- ¿Qué... qué sois?- Miró a Tom pero no a mí. ¿Por qué no lo hacía? ¿Por qué no me miraba?

-¿Qué somos? ¿De dónde venimos? ¿Qué comemos?- Se reía. Tom se reía de la peor situación por la que habría pasado Nate en toda su vida. Se burlaba de su miedo cruelmente.- Tu pesadilla a partir de ahora.- Y se lanzó a su cuello antes de que yo pudiera hacer nada. Su sangre me salpicó en la cara y en toda la ropa. No fui consciente de lo que estaba pasando hasta que la sangre de Nate empezó a manchar el suelo y a dejar todo mi cuerpo teñido de rojo.

-¡Para!- Me abalancé sobre Tom y empecé a tirar de él sin mucho resultado. Sólo conseguía despegarlo un poco pero no lo suficiente para que Nate dejara de gritar de dolor.- ¡Vas a matarlo!- Tiraba y tiraba sin éxito. Tom tenía mucha más fuerza que yo y mucha más sed de sangre.- ¡Basta!- Agarré las trenzas donde estaba anudado el pelo de mi hermano y tiré. Tiré con tanta fuerza que creí que le arrancaría el pelo de cuajo pero sólo conseguí que Tom se apartara, con la boca chorreando en sangre y con la pinta de un monstruo, un monstruo que jamás había visto ni en mis peores pesadillas.- ¡Nate!- Corrí hasta él y puse mi mano en su cuello intentando detener la hemorragia.- Tranquilo, estoy aquí.- Sentía la mirada de Tom en mí. Fría y oscura, pero sinceramente, no me preocupaba en absoluto. Nate tenía captada mi atención por la cara tan blanca que tenía y su incipiente falta de consciencia.- ¡Nate, no cierres los ojos!- Le zarandeé levemente pero Nate los cerraba poco a poco.- ¡No! ¡No! ¡Abre los ojos, Nate!- Una idea lo bastante descabellada se cruzó por mi mente. Lo había hecho con Adam, ¿por qué no con Nate?

vinculo de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora