capitulo 6

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Capítulo 6

Capítulo 6

Podía sentir como pronto me caería. El desconocido que me agarraba y cada vez lo hacía más fuerte. Seguía lamiéndome el cuello y yo me veía incapaz de reaccionar.

Me dio la vuelta poniéndome cara a él.

-Deberías de estar contenta, vas a tener el placer de follar conmigo.- Sus labios se posaron sobre los míos pero yo aparté la cara.

-¡Suéltame! ¡Socorro!- Intentaba librarme de su agarre pero éste cada vez me apretaba más a él.

-Vamos, si lo estás deseando.- Su voz, que intentaba parecer insinuante, me recordó por fin a quién pertenecía.

-¿Andreas?- De inmediato su cuerpo se tensó.

-¿Qué? Yo no soy Andreas. Soy...soy...¡Joder! ¿Cómo lo has sabido? - Me soltó y encendió la luz.- ¿Por qué no te has dejado llevar? Hubiera sido mejor.- Empezó a intentar parecer sexy.

-¡Pues a mí no me hace ninguna gracia! No sabes el susto que me has dado.- Me llevé las manos al pecho me sentía muy nerviosa.

-¿Se puede saber qué coño son esos gritos?- Bill apareció por la puerta. Iba vestido con unos pantalones de pitillo negros y una camisa muuuy pegada al cuerpo con la cara de una serpiente donde ponía arriba "Royal Rock". Cuando vi que me miraba, dejé de hacerlo yo.- Si estabais ocupados poned un cartel en la puerta o algo.- Se rió de nosotros.- Aunque si os da morbo que os pillen...-Andreas le rió la gracia y yo reventé.

-¡No estábamos haciendo nada! ¡Este subnormal me ha asustado!

-Pues claro se mete en mi habitación a cotillear. Tenía que darle un escarmiento. Además, ahora que estaba empezando lo mejor.- Me guiñó el ojo.

-Primero, yo no me he metido a cotillear, la puerta estaba abierta, segundo, hay maneras de decir las cosas, no hace falta actuar así, y tercero, ¡estaría siendo divertido para ti porque a mí no me estaba haciendo ninguna gracia!- Los dos empezaron a reírse en mi cara. ¿Qué pasaba? ¿Había contado un chiste sin darme cuenta?

-¿Ves? Lo que yo decía. Esta tía es la puta ostia.- Andreas rió más fuerte. Ya me estaban tocando lo que no tenía. Había pasado el peor momento de mi vida...bueno, no, en realidad el peor momento de mi vida fue cuando Tom...

-Ya está, Andreas. La has asustado. A mamá que vas.- Bill salió en mi defensa poniéndose serio.- Además, ¿no pretenderías hacerle nada extraño?- Dicho ésto por parte del chico maquillado, a Andreas se le cortó la risa.

-¡No! Yo sólo quería asustarla. No soy ningún pervertido.- Andreas se puso blanco.

-No sé, no sé. Ya sabes que a Tom no le gusta que toquen sus...cosas.- Bill tenía una sonrisa malvada en su rostro.

-Ya, pero... ¿Qué quieres qué haga para que no le digas nada? Sé bueno.- Andreas me estaba empezando a dar pena.

-Elizabeth, ¿harías el favor de irte?,  Andreas y yo tenemos que negociar.- Y yo encantada de la vida acepté y me fui.

Está gente era rara de narices. Habían pasado de mí y ahora el tema importante era que nadie se enterara de lo que había pasado hace un rato. No creía que Bill le hiciese nada malo a Andreas porque eran hermanos y porque no veía capaz a Bill de hacer nada, aunque este chico me confundía. Actuaba raro. Me decía que podía escuchar mis pensamientos porque era virgen (una cosa totalmente estúpida), a veces parecía estar intentando ligar conmigo... La verdad era que me desconcertaba bastante. Por otro lado, estaba Andreas. Me había dado un susto de muerte y encima el muy capullo se reía. Estaba claro que en esa casa todos estaban locos.

vinculo de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora