capt 16

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Capítulo 16

Capítulo 16

Iba todavía por mi primera copa de vodka. Muchos estaban bailando enloquecidos en la pista, otros, al igual que yo y Bill, estaban sentados viendo a los demás. A Bill no le gustaba bailar y decía que los chicos se metían con él por no saber. Tampoco era que me lo imaginase bailando... Yo, por el contrario, sabía bailar y me gustaba pero no me apetecía. Mara llevaba bailando desde que entramos al igual que Andreas que iba de aquí para allá como un loco. ¿Y dónde estaba Tom? No lo sabía. Nos había dejado en la puerta y tras un "Ahora vuelvo" se había ido.

Cuando bajé las escaleras preparada para irnos, vi a Bill y Tom hablando en la puerta principal. Bill parecía una estrella del Rock con su peculiar estilo y Tom, él estaba igual que siempre. Su ropa XXXL y sus deportivas pero mucho más arreglado.

Terminé de bajar un poco avergonzada. Hacía mucho tiempo que no me arreglaba para salir de fiesta y por la cara de ambos no pude distinguir si iba bien o mal. Estaba segura que mi cara parecería un tomate.

-In-cre-í-ble.- Bill separó las sílabas para dar más énfasis a la palabra.

-¿Voy demasiado...- ¿Cuál era la palabra?

-¡Estupenda!- Bill corrió hasta mí, me cogió la mano e hizo que diera una vuelta sobre mi misma.- Estás muy sexy.- Puso una voz muy seductora que me hizo gracia. No sabía si me reía por su forma de hablar o porque estaba muy nerviosa.

-Tú estás muy guapo.- Dije sonrosada.

Miré a Tom y éste volvió la cara. Seguramente, estaría enfadado conmigo porque le pegué y esperaba que Bill y Andreas no le hubieran dicho nada de lo que pasó. Tenía que reconocer que una parte de mí luchaba por salir corriendo hasta donde él estaba y pedirle perdón por todo aunque fuera de rodillas. Me sentía estúpida por pensar esas cosas. ¿No me humillaba demasiado?

-Ya estamos, el estúpido de Andreas se ha car...- Mara se calló en cuanto me vio. Venía por las escaleras poniéndose esos tacones de vértigo a los que yo ya estaba acostumbrada a ponerme y a los que ha ella le quedaban genial.

-¡Whaaau!- Andreas apareció a mi lado mirándome de arriba abajo.- Deberías arreglarte más a menudo. Estás que te cagas, baby.- Reí con él. Me alegraba verlo como si no hubiera pasado nada.- No te morreo porque me vas a llenar de gloss que sino...- Esto era más bochornoso que caerse por la calle en medio de un montón de gente. Todos me miraban, todos menos Tom que estaba sacando las llaves de su bolsillo y abriendo la puerta.

Yo misma me sorprendí cuando me vi lo bien que me quedaba ese vestido y no era por ser creída pero desde que tenía los pechos más grandes y estaba con una cintura más definida, todo lo que me ponía me quedaba bastante bien. Algo tendría que tener de bueno ser un monstruo...

-Os espero en el coche.- Tom salió por la puerta y dio un portazo que pensé que descolgaría la puerta.

-Sí, será mejor que nos vayamos.- Mara salió detrás de Tom.

La situación entre Mara y yo seguía igual. No quería llevarme mal con ella y creía que no le había dado motivos para que estuviéramos así. Todo empezó el día en el que me enteré que me moría. Mara se enfadó conmigo por no querer salvar a Tom pero yo no sabía que a él le pasaría lo mismo que a mí.

Un momento...¡¿Cómo pude ser tan estúpida de no haberme dado cuenta antes?! Ya sabía lo que le pasaba a Mara, ¡le gustaba Tom!

 Cuando llegamos a la discoteca, me sorprendí. Era donde conocí a esos chicos vampiros, Georg y Gustav. Los mismos porteros nos dejaron entrar sin hacer ningún tipo de cola. ¿Beneficios de conocer a los porteros?

vinculo de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora