Capítulo 3
Capítulo 3
Estaba en un gran bosque rodeada de árboles. No sé muy bien como había llegado a parar allí. Miré a mi alrededor pero no encontraba a nada ni a nadie. Estaba sola y yo odio estarlo. Empecé a caminar lentamente. El sol brillaba de una manera que no había visto antes.
Resplandecía y me cegaba. De repente, sentí un dolor en mi cuello, un dolor intenso y profundo. Me llevé la mano hacia ese lugar de mi cuerpo. Cuando la vi, estaba llena de sangre. ¿Por qué estaba sangrando? Empecé a correr sin un rumbo fijo, necesitaba encontrar a alguien rápido. Cuanto más corría, más sangraba. Paré. Me estaba ahogando y no podía respirar con normalidad. Me tiré sobre la hierba que yacía bajo mis pies. Me faltaba el aire. Me llevé una mano al pecho para acompasar las bocanadas de oxígeno que necesitaba. No latía. Mi corazón no latía. ¿Estaba muerta? Cerré los ojos y cuando los abrí, estaban mis padres tumbados a mi lado.
-Mamá. Papá ¿Por qué me habéis dejado sola?
-No estás sola, tesoro. Ahora estás con ellos.
-¿Quienes son ellos? ¿Dónde está Shelly? ¿Y la abuela?- Están desapareciendo lentamente.
-Despierta. Despierta. Vamos, despierta.- Escuchaba una voz femenina, pero no era la de mi madre.
Abrí los ojos lentamente. Los párpados me pesaban y no podía mover ninguna parte de mi cuerpo. Tenía la vista borrosa pero podía distinguir que me encontraba en una habitación muy poco iluminada. Volví a cerrar los ojos. Tenía sueño. Giré la cabeza hacia mi derecha y vi una pequeña lámpara de donde supuse, era la única fuente de luz de la habitación. Pude distinguir, que estaba en una cama de sábanas negras bastante grande. Miré hacia el otro lado y vi a una mujer morena, con una sonrisa en la cara.
-¿Dónde estoy?- Le pregunté. Mi voz sonaba como a la mañana siguiente de una noche de fiesta con un resacón enorme.
-Estás a salvo.- Su mano se posó sobre mi frente.-Ya no tienes fiebre y las heridas están cicatrizando.-Volvió a sonreír.
-¿Dónde están mis padres y mi hermana?- Al formular esa pregunta, mil imágenes pasaron por mi cabeza. Los focos de un camión, mis padres discutiendo, Shelly llorando, sangre, sangre y más sangre.- Están...muertos.- Noté como mis ojos se humedecían y empezaban a mojar mi cara.
-Tranquila. Por ellos no se pudo hacer nada. Pero tú estás bien.- Secó las lágrimas de mi cara y se levantó de la cama.
-¿Eres médico? ¿Estoy en un hospital?- Estaba confundida. ¿Quién era esa mujer? Me sonaba su cara, como si la hubiera visto antes. Quizás fuera una de las doctoras que iban a la universidad a dar conferencias sobre la carrera de medicina o sobre investigaciones médicas.
-No soy médica ni tú estás en un hospital. Soy Simone y tú estás en tu nueva casa.
-¿Mi nueva casa?-Pregunté confundida.
-Bienvenida Elizabeth a tu nueva vida.- Dijo sin borrar la sonrisa,que permanecía en su cara desde que desperté.
-¿Cómo sabes mi nombre?
-Ahora, seré yo tu nueva madre.
-No entiendo nada. Tengo que irme a buscar a la abuela. Le tengo que decir lo que ha pasado y estar con ella.- Me levanté bruscamente de la cama y me tuve que tumbar de nuevo. Me mareé nada más intentarlo.
-Tranquilizate. Aun estás débil. Ha sido todo un milagro que te recogiera con vida antes de convertirte.- Su sonrisa pasó a una cara de preocupación.
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vinculo de sangre
Lãng mạnmi nombre es ELIZABETH, bueno ese era mi nombre o al menos eso me hicieron creer, mi nombre verdadero es LILITH, LILITH KAULITZ, y soy vampira, nací vampira pero mi madre me convirtió en humana y me dio en adopción, hasta que en un accidente muriero...