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Capítulo 50



By Simone



-¿Qué le decimos a la prensa, mi señora?- Uno de los representantes de los medios de comunicación de nuestra familia cogió su ordenador donde apuntaría lo que yo le dijera.


-No podemos decir que fueron los licántropos los que lo mataron, eso está claro, pero un asesinato no creo que sea la mejor forma de decirlo.- Ni siquiera sabía cómo demonios esos perros habían podido entrar sin que los de seguridad se diesen cuenta. Cabía la posibilidad de que Shelly, ahora que se estaba convirtiendo, pudiese haberlo hecho pero era una niña incapaz de hacerle eso a alguien como Jörg.


-¿Entonces...?


-Muerte natural, un infarto o algo por el estilo, creo que será lo mejor.- Declaré antes de salir de aquel sitio.


Hacía una semana desde que habíamos sabido del brutal asesinato de mi hermano por culpa de la gente de Markus, el mismo tiempo que Lilith llevaba sin salir de su habitación y Tom de la de Bill. Éste último me había comentado que entre ella y su gemelo había habido una serie de problemas debido a lo mujeriego de Tom, y que hubiesen sido ellos los que se encontraron así a su propio padre, había supuesto un shock para mi pequeña.


Por otro lado, la situación no me disgustaba demasiado. Ahora que Jörg estaba muerto, Tom se convertiría en el nuevo líder sin haber traído un heredero al mundo y eso sólo iba a suponer que El Consejo le obligase a tenerlo lo más pronto posible. Eso, estaba segura, que a Lilith no le gustaría. No iba a poder soportar ser tratada como un simple objeto y mucho menos tener que verse obligada a separarse de su hija cuando naciese, y será "hija" porque Lilith jamás podría tener un varón... Ella jamás soportaría ser una mujer en el Vínculo de Sangre y lo que ello conllevaba. Era de eso de lo que yo quería apartarla...


-¿Mamá?- Me volví y vi a Lilith bajando las escaleras. Su rostro estaba demacrado, como si llevase días sin probar la sangre.


-¡Cariño, pensaba que no bajarías!- Me sorprendió verla allí después de que ni siquiera me hubiese dejado entrar en toda la semana en su habitación.- Tienes muy mala cara, tendrías que beber algo.- Terminó de bajar los últimos peldaños sin apartar la mirada de sus pies.


-¿Puedo hablar contigo?- Me fui hacia ella y la abracé como durante tanto tiempo había deseado.


-Eso no lo tienes ni que preguntar, cariño.- Me alegraba que mi hija quisiese hablar conmigo y me abriese su corazón después de todo lo que habíamos pasado. Así que no tardé en llevarla hasta la cocina para hablar tranquilas, dado el escándalo que había en toda la casa.- ¿Qué te pasa?- Pregunté esperando ver en esos ojos hinchados de llorar algo de luz.


-No estoy segura de lo que siento.- Presté más que atención aquellas palabras atropelladas que salían de los temblorosos labios de mi hija.


-¿De lo que sientes respecto a qué?- Sabía a que se refería pero necesitaba oírlo de su boca. Después de tanto tiempo, mis plegarias parecían haber sido escuchadas.

vinculo de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora