capt 13

242 22 0
                                    

Capítulo 13

Capítulo 13

Pequeñas gotas de lluvia caían sobre mi cara. Estaba despierta pero no quería abrir los ojos. Estaba relajada y tranquila como nunca en mi vida lo había estado. Me encontraba en paz conmigo misma y con mi alrededor. No sabía dónde me encontraba pero no me preocupaba en absoluto. Mi cuerpo flotaba sobre el agua dejándose llevar por la corriente. No me importaba nada en este momento, me daba igual si a mi alrededor se iniciaba una guerra o explotaba una bomba a mi lado, no me movería lo más mínimo.

En mis labios cayó una de las gotas que caían sobre mí. Me lamí los labios para saborear aquel preciado sabor a nada. Cuando lo hice, noté como no era ese el sabor del agua. Era un sabor dulce, muy dulce, haciendo que mi cuerpo pidiera más de ese extraño líquido.

Abrí los ojos para ver de qué tipo de elixir se trataba. Mi cuerpo dejó de flotar para sólo mantener mi cabeza fuera del agua. ¡No era agua sino sangre!

Me moví nerviosa entre ese fluido rojo. Estaba rodeada de sangre por todos lados. Mi cara y mi pelo estaban manchados. Nadé lo más rápido que pude intentando buscar algo a lo que agarrarme.

Después de llevarme un buen rato intentando buscar algún sitio para salir de aquel infierno rojo, mi cuerpo dejó de moverse. Quería nada y salir de allí pero algo me lo impedía. Mi pie se había quedado enganchado en algo que no me permitía moverlo. Notaba como esa cosa estiraba de mí hacia el fondo. Me movía rápidamente, intentando mantener mi cabeza fuera pero era imposible. Lo que fuera que me estaba agarrando, no me soltaba.

Mi cabeza se hundió. Llené los pulmones de aire para aguantar lo máximo posible dentro. Abrí los ojos para intentar averiguar qué era eso que no me dejaba salir y poder soltarme. Intentaba ver algo pero me era casi imposible. Miré mi pie enganchado en algo y llevé mis manos hasta el. No era una rama ni nada por el estilo sino una mano. Intenté nadar hacia afuera, me estaba quedando sin aire y no aguantaría mucho más.

La mano me arrastraba hacia el fondo con muchísima fuerza. En mis pulmones no quedaba aire y el miedo tan sólo hacía que mi cuerpo consumiera más. Miré en dirección hacia donde me sumergía. Alguien salió de allí poniéndose enfrente mía. Solté el poco aire que me quedaba cuando vi de quién se trataba.

Tom estaba con los ojos abiertos y sin ninguna expresión en el rostro. Sus manos agarraron cada uno de mis brazos, inmovilizándome. Me estaba mareando y la vista se me nublaba.

Me mostró sus afilados colmillos y chupó mi cara de la misma manera que lo hizo aquella vez. Me mente estaba a punto de caer en la inconsciencia cuando un fuerte dolor se apoderó de mi cuello. Vi como una sangre más oscura que la que me rodeaba, se deslizaba ante mis ojos. El dolor había desaparecido para dar paso a una sensación increíblemente extraña. No era dolor sino algo parecido al placer.

Me abandoné en sus brazos. Mostrándome débil ante él. En ese mismo momento me hubiera dado igual lo que hubiera hecho conmigo porque le hubiera permitido todo.

Abrí los ojos con lentitud. Sentí mi cuerpo sobre algo blando y cómodo y giré la cabeza para ver donde me encontraba. La habitación estaba casi a oscuras por lo que la tarea se me hizo más complicada.

Reconocí casi al instante que me encontraba tumbada en una cama. A mi lado derecho se encontraba una lámpara. Busqué el interruptor para encenderla. La luz que desprendió no era demasiado fuerte sólo lo suficiente para ver la habitación.

Sentí algo moverse a mi lado. Giré la cabeza lentamente, asustada. Mi mente y mi cuerpo no dieron crédito a lo que veían mis ojos. ¡Tom estaba durmiendo a mi lado! Pegué un bote en la cama que hizo que me cayera de ésta.

vinculo de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora