capt 47

95 9 0
                                    

Capítulo 47



By Lilith



-Supongo que podríamos reconsiderarlo...- Mi padre se tocó la cabeza pensativo. Sabía que lo que le había propuesto le costaba aceptarlo pero si permanecía un segundo más en esta casa, me volvería loca.


-Papá, por favor, necesito salir un poco y despejarme.- Le puse aquella cara que a Shelly le salía tan bien cuando le pedía algo a sus padres. El silencio se hizo en el amplio despacho de mi padre, un silencio ensordecedor que hacía que la tensión de mi padre tiñera el ambiente.


-Está bien, pero con una condición.- Mi felicidad se esfumó ante la determinación de mi padre.- Tendrás que llevar guardaespaldas.


-¡¿Qué?!- De sólo imaginarme la cara de Cintia cuando me viese llegar con ellos, me entraba el pánico.- ¿No crees que eso llamará más la atención?


-No podemos dejar que salgas sin protección y mucho menos ahora.- ¿Y mucho menos ahora? ¡¿Pero qué tenía que ver eso?!


-Vale, llevaré guardaespaldas pero que no vayan detrás de mí.- Me levanté decidida a irme y prepararme para mi cita con Cintia.


-Lilith, tienes que entenderlo, ahora tu vida corre más peligro que antes.- La voz de mi padre cambió intentando parecer tranquilo pese a sus palabras.- Cuando te secuestraron pensé que mi mundo acabaría en ese instante. ¡No quería ni imaginármelo!- Suponía que ese era el momento indicado para soltarle lo que durante el tiempo que estuvo Tom "muerto", en la soledad de mi habitación manchada de sangre, pensé.- Viví, no sé cómo, mucho tiempo sin ti. Me cuesta pensar en eso de nuevo.- Me levanté de mi silla para irme pero antes, me paré frente a la puerta con el pomo en mi mano. Mi cerebro me bombardeaba palabras sueltas y sin orden para formar una frase que tuviese significado.


-¿Qué has dicho?¿Que no podrías imaginarte la vida sin mí?- Me volví lentamente observando la cara de mi padre ante el tan amenazante tono de mi voz.- ¿No crees que eso es lo que deberías de haber pensado antes, mucho antes de haberme dejado sola en mi habitación, con un mísero vaso de sangre al día y sin que mi padre viniese a consolarme? ¿Sabes siquiera cómo me sentí yo cuando todos me hicisteis creer que Tom estaba muerto por mi culpa? ¡Nadie vino a decirme la verdad!- Mi padre se levantó de su gran asiento de terciopelo rojo con los ojos abiertos como platos.- Me quitaste cualquier tipo de vigilancia porque me odiabas, porque no querías saber nada del demonio que había dejado a tu hijo así. ¡No vuelvas a ser tan hipócrita!- Esta vez, sí que salí del despacho de mi padre. El estruendo de la puerta al cerrarse retumbó en toda la casa, tanto que creí haberla sentido temblar bajo mis pies.


No sabía por qué de un segundo a otro, mi cuerpo estaba luchando por captar algo de oxígeno de la atmósfera ni el porqué de tan repentino enfado y posterior arrepentimiento. Lo que le había dicho a mi padre era algo que me prometí a mí misma no decírselo a nadie, pero a quién pretendía engañar. Durante todo este tiempo me había estado guardando tantas cosas, preguntas y respuestas. Más de una vez había luchado para que mi lengua no fuese más rápida que mi cabeza, y hasta ahora, me había funcionado. Pero en el fondo estaba más que dolida con mis padres.

vinculo de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora