Secretos revelados (parte 4)

6 1 0
                                    

Clara sabe que Emmanuel sería incapaz de dañar a alguien, pero también es consciente que él ya no es el mismo de hace casi cuatro años. Le cuesta aún creer que sea un hombre lobo, desea ayudarlo pero no sabe cómo hacerlo.
Clara: — Quiero ayudarte, todos estos años viví angustiada por no saber nada de ti y ahora que estás aquí esa angustia sigue porque siento que estás en peligro, también que tú lo eres...
Emmanuel: — Lo sé tía, necesito una medicina, un antídoto, algo que pueda volverme a la normalidad... Si estoy preso no podré lograrlo.
Vine a despedirme. Regresaré cuando pueda dejar de ser un peligro, no puedo arriesgar más vidas y tampoco la mía.
Samantha: — Mi amor... ya no quiero estar sin ti!
(La joven lo abraza y él le corresponde el abrazo)
Emmanuel: — No tengas miedo, necesito una solución por mí y también por nuestro bebé, por favor...
Samantha: — La policía te busca...
Emmanuel: — Me busca desde que fui secuestrado, desde ese maldito día que subí al auto de un desconocido. No te preocupes, voy a estar bien.
(Se separan del abrazo)
Clara: — Donde iras? Cómo sabremos de ti? Creo que es una locura...
Emmanuel: — Locura es que me encierren en una prisión alejada de todo...
Samantha: — No, yo tampoco estoy de acuerdo que huyas, necesitamos resolver esto legalmente. Hay que hablar con el abogado, es lo mejor...
Emmanuel: — No quiero estar en prisión! No quiero!

El joven comienza a tirar con furia los objetos que están sobre los muebles de la sala.
Samantha: — Detente Emmanuel!
Clara: — Basta!

Él está agitado, siente su corazón palpitar muy fuerte.
Emmanuel: — No sé si podré contenerme mucho más tiempo...

Samantha se acerca y tomándolo de la mano le dice:
— Sé que no eres culpable de lo que hiciste, de los crímenes y desastres, nunca lo hubieras hecho si no fuera por lo que te hicieron, la justicia debe saberlo, tenemos que apelar por un tratamiento legal, algo que se pueda hacer. Te amo...
Emmanuel: — Gracias, pudiste calmar al lobo, a la bestia que hay en mí...
Clara: — Hablaré con el abogado, veremos que es lo mejor para ti.

Más tarde...
Por consejo del abogado Emmanuel se entrega en la comisaría, no está muy de acuerdo pero decide hacer caso al hombre que está defendiendo su caso.
Pasando tres días...
Se encuentra en la prisión de alta seguridad, el doctor Franco, su abogado, hombre calvo, de ojos azules y que aparenta unos sesenta años lo visita, lleva una carpeta con unos papeles.
Franco: — Dije que no te dejaría solo, cuando te convencí para que no sigas huyendo es porque de verdad tengo las ideas necesarias para lograr tu libertad.
Emmanuel: — Cuando será el juicio? Muy pronto será luna llena...
Franco: — Lo primero es revelar los secretos, de lo que a ti te ocurre y el motivo, la gente teme a la bestia, odia al depredador, no todos, pero la mayoría siente repulsión por lo que hizo, sí, hablo en tercera persona porque tú no fuiste quien cometió esos crímenes.
Emmanuel: — Fui yo, transformado...
Franco: — Recuerdas algo de eso? Acaso tú podrías destrozar a alguien como lo hizo la bestia? No se trata solo de otra personalidad, se trata de otra entidad, de un ser que manifiesta su hambre e ira a través de ti. Por eso, debemos revelarlo todo, te puedo conseguir una entrevista en un buen periódico, es un caso diferente, la jueza ya aceptó que vengan a entrevistarte, solo debes firmar que estás de acuerdo.
Emmanuel: — Revelar que soy el hombre lobo que buscan? Eso podría ayudarme? No entiendo nada...
Franco: — Revelar tu secreto puede ser de gran ayuda, será una alerta, un pedido de auxilio en cierta forma, tendrás el apoyo de la gente, tu juicio podría ser a tu favor. Pero eso no es todo, hice una apelación para que se obligue al doctor Fonte a conseguir tu antídoto.
Emmanuel: — Es lo que traté de conseguir, pero solo logré que intente matarme...
Franco: — Esta vez será diferente.

HOMBRE LOBO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora