En prisión (parte 1)

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Samantha se resiste pero no por mucho tiempo, el stres y el embarazo producen mareo a la joven y cae desmayada.
Más tarde...
Despierta en un hospital.
Samantha: —Dios! Qué hago aquí? Necesito salvar a Emmanuel!
En ese momento entra un enfermero de cabellos castaños y ojos verdes, aparenta unos 35 años.
—Soy Angel, el enfermero.
Samantha: —Por favor! Necesito irme!
Angel: —La policía la trajo hasta aquí, por cierto uno de ellos está esperando para hacerle preguntas, pero antes la revisará un doctor.
Samantha: —Por favor! Que le sucedió a mi novio?
El enfermero le toma la presión y dice: —Está un poco alta, voy a llamar al doctor.
Mientras Emmanuel...
Se encuentra en el sótano de la comisaría, está esposado en una  cama que posee sólo un colchón fino y una manta. Se siente débil por los disparos que no causaron su muerte pero sí su debilidad a punto de no poder transformarse.
Un guardia habla desde la puerta cerrada y dice:
—Tendrás que rendir cuentas a la justicia monstruo...
Emmanuel mira hacia la puerta con los ojos entre abiertos y le dice: —Es un error tenerme aquí, es preferible que me maten...
El guardia se retira.
Mientras Samantha...
Después de ser atendida y medicada habla con el oficial Theo González y le cuenta todo lo que sabe sobre el experimento.
Samantha: —Ya le dije todo lo que sé, ahora dígame que hicieron con él...
El policía moreno, de cortos cabellos con rulos y de ojos marrones, aparentando unos cuarenta años dice: —Fue llevado al sótano de la comisaría, es un sujeto peligroso, mató a varias personas, lo que usted contó debe ser investigado.
Samantha: —Damian Torres era uno de los culpables! Necesito ver a Emmanuel, por favor...
El policía no responde y se retira.
Samantha toma su celular y llama a Rachel.
Al otro día...
Rachel y Samantha se encuentran en la comisaría.
Samantha: —Gracias por acompañarme en esto, llegaste justo amiga, sola no se que haría. Todo es tan complicado...
Rachel: —Entiendo, pero debiste haberme contado todo, sabes? Roy, mi casi marido, es periodista y vino a investigar justo sobre el caso de la bestia, casualidad, verdad?
Samantha: —Por favor, no le digas nada, no quiero que se enteren todos quien es...
Rachel: —Es que parece una película, no lo sé... para mí no tiene sentido que un hombre se convierta en un... espera! Tu hijo podría tener algo de eso, cierto?
Samantha mira a su amiga con preocupación y asiente.
Finalmente un guardia le da permiso a la joven de ver a Emmanuel, su amiga la espera pero se queda  preocupada.
Samantha baja con cuidado la escalera del sótano, el guardia la espera atento arriba y le recomienda no acercarse mucho  al sujeto.
Samantha se acerca igual y lo abraza, él está allí, indefenso, débil, solo tiene una botella de agua  y una bolsa con algunos panes, cerca de él sobre una pequeña mesa. Sus heridas están cicatrizadas, el hecho de ser un hombre lobo hace que no esté herido por mucho tiempo.
Emmanuel: —Samantha? Que haces aquí? No...  vete, tú no te mereces esto... todo acabó, descubrieron quién soy y... me harán pagar por todo lo que hice. Lo siento... Te amo tanto...
Samantha: —Yo también mi amor, pero tú no eres culpable, sino una víctima, por favor mi amor, deja que te ayude, ya declaré todo lo que sé, voy hacer todo lo que esté a mi alcance para ayudarte. Pero necesito avisarle a ti tía, dame el número, ella tiene que saber lo que ocurrió.
Emmanuel dice: —De acuerdo... lo sabrá de cualquier modo, estoy seguro que ella se merece saberlo todo.
Samantha: —Voy a pedir que te quiten de aquí...
Emmanuel: —Oye, me tienen miedo, por eso estoy aquí y de esta manera, pero no saben que si la bestia que vive en mí reacciona todo esto será inútil.
Samantha: —Te amo...
Emmanuel mira el vientre de Samantha y dice: —Cuida a nuestro hijo, por favor...
Samantha se sorprende, el embarazo ni se nota y además ese hijo podría ser de Damian.
Samantha: —Pero... cómo lo sabes?
Emmanuel: —Instinto de lobo o... quizás de padre.

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