Una habitación en cuyas paredes habían incontables fotos y en una estantería llena a tope de incontables álbumes fotográficos y un tocadiscos en una de las esquinas de su habitación con una caja con todos los discos que su padre le ha ido regalando y los que ella misma compra en ocasiones, junto al telescopio plegado de Yuki, que ella dejaba ahí por la pereza de llevarlo de vuelta.
Sus cortinas estaban completamente cerradas, sin dejar que la luz interfiriera con su sueño, pero aún si quisiera levantarse, no podría hacerlo tranquilamente, ella ardía en fiebre apenas siendo capaz de mantenerse racional.
Su madre preocupada de que no bajara tocó su puerta, asegurándose de que todo estuviese bien.
-¿puedo pasar? -le preguntó ella-
-esta bien -decía Shio con la nariz congestionada -
Su madre paso con tranquilidad, aún estando con su uniforme blanco, ella tocó brevemente su frente con el reverso de su mano, percatándose de la alta fiebre de Shio..
-es solo un resfrío -le dijo su madre aliviada- solo descansa bien, si necesitas algo solo llama a tu padre.
Ella salió de su habitación y volvió poco tiempo después con el desayuno, Shio lo aceptó y dejó a su madre ir en paz, quedaba sola ahí tratando de disfrutar la comida con su cabeza adolorida y tratando de que el dolor de su garganta no le afectará de más.
Su mente andaba por lugares variopintos tratando de pensar que hacer, vio la DS de Banna encima de su mesa de noche, la había dejado el otro dia, la agarró sin tener un segundo pensamiento.
Lo que tenía ahí era un juego sobre una chica que buscaba solucionar el misterio de la muerte de sus padres a la vez que buscaba encontrar una respuesta sobre los experimentos que se llevaban a cabo en la isla
Se perdía bastante en las pocas horas que duraba el juego, solucionando cada pequeño puzle con calma, apegada por el drama ella forzaba su camino sin mucho pensamiento, sencillo pero disfrutable, hasta que la batería se acabó, apenas pudiendo guardar, ella la dejó de lado y la dejó cargando, aún sola con sus pensamientos, Shio empezó a revisar su teléfono.Pocos Likes y visitas en las fotos que subía, pero al menos había gente que las veía y compartía las que ellos mismos hacían, ella las observaba con cierto encanto y seguía con su vida, hasta que finalmente se cansó.
Sin saber exactamente qué hacer, fue hasta su tocadiscos y lo trajo cerca de ella montándolo cerca de la pequeña mesa plegable que ella tenía y conecto sus audífonos, agarro uno de los discos sin pensarlo demasiado dejándose llevar"el grito del tiempo" leía ella en voz baja, tratando de recordar cuando fue que lo había conseguido, solo lo puso y bajó la aguja y se acostó tratando de relajarse un rato.
Se dejaba llevar sin pensarlo un momento y justo cuando terminó el álbum ella levantó la aguja, puso el disco de nuevo en su lugar y su padre había llegado con el almuerzo y algunas pastillas para el dolor de garganta
-¿te gusto ese álbum? -le preguntó su padre-
-bastante -le dijo Shio con la voz ronca-
Su padre lo dejó a un lado y se fue sin pensarlo demasiado, su fiebre había bajado bastante, pero el dolor de garganta no paraba, hiciera lo que hiciera.
De inmediato se tomó la medicina y espero a que diera efecto mientras intentaba comer, un bocado tras otro, sentía que realmente no tenía mucho que hacer.
Hasta que finalmente terminó de comer y cerró sus ojos por unos instantes, ella no dejaba de sentirse somnolienta, intentaba resistirse, pero finalmente cayó presa de un pesado sueño.
Paso toda la tarde dormida, aún cuando las paredes retumbaban por el bajo de su padre y la guitarra de su hermana tocando en conjunto, realmente ya ni eso podía sentir, aún con su teléfono sonando en todo momento, lo único que la despertó fue el haberse caído de la cama.
Ya había anochecido y a pesar de que su garganta aún dolía, su fiebre ya había desaparecido por completo, pero acordándose de algo reviso su teléfono, había recibido incontables mensajes de Banna mientras estaba dormida, cada uno sonando más molesto que el anterior."¿no ocupas nada?" "¿ocupas rollos?" "¿qué compró para mañana?" "¿ya hiciste el equipaje?" "¿ya enganchaste el remolque?" así otros diez mensajes había y prefirió prepararse de inmediato, prendas de cambio por si acaso, una batería extra para su cámara y un par de rollos de película para ella y Banna.
Mientras trataba de acordarse que más necesitaba alguien más había tocado la puerta.
-ya volví -le dijo Banna-
-entra -le contestó Shio-Banna abrió la puerta y dejó las bolsas a un lado, cansada ella se acercó a Shio y se tiro en la cama sin pensarlo demasiado.
-me quedé dormida -le dijo Shio-
-al menos pareces estar mejor ahora, me preocupaba tener que posponer todo.
-aunque aún tengo mi garganta en la miseria más absoluta
-je, me pregunto cómo le hace Shiho para cantar así.
-solía fumar bastante cuando trabajaba en Tokyo -le dijo Shio ordenando sus maletas-
Banna asintió comprensiva mientras se acostaba, una vez más, tratando de ordenar todo lo que sabía en su cabeza.
-ellas sí son fuertes ¿no es así? -pregunto Banna para sí misma-
Shio asintió sin saber a qué se refería y cerró el bolso, aún escuchaba a su hermana y sus padres ensayando abajo, pero mucho menos ruidosos que antes, parecía que una trompeta se había unido a la mezcla.
Ambas bajaron para ver de quien se trataba, era Nonaka, no era tampoco el único instrumento que había tocado esa noche, contrabajo, acordeón, zanfona, era capaz de tocar una buena parte de los instrumentos en la colección de Lewis.
Lewis no estaba seguro de cómo sentirse al respecto y decidió irse a dormir.
Shiho empezó a guardar los instrumentos en el almacén, tratando.
-me duelen los dedos -decía Nonaka- ¿cómo es que lo haces con cuerdas tan delgadas, nunca pude aprender a tocar bien por eso?
-tengo callos en las puntas de los dedos -le decía Shiho extendiéndole su mano- es algo que sucede con el tiempo.
Nonaka tocó las puntas de sus dedos, brevemente y las presionó ligeramente sintiendo la dureza de sus dedos.
-con qué por eso aguantas tanto
Nonaka se volvió a sentar y cerró sus ojos tratando de dormir.No hubo forma de despertarla después, teniendo Shiho que cargarla a su habitación, sólo quedaban ellas tres, sin saber exactamente qué hacer el resto de la noche.
......
Si preguntan por el juego, es Another Code: Two memories para La Nintendo DS, es bastante entretenido.Y Bueno, simplemente se me antojo agregar esto, que siento le he dado demasiada atención a Banna, así que supongo que es algo en lo que trabajaré en la siguiente mitad
Y bueno, la foto fue tomada y editada por mi, no es nada realmente complicado y es solo un filtro que agregué porque si y me gustó como quedó
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Filosoda!!
Teen FictionUna chica sueña con una vida mejor que no parece llegar nunca a la vez que se enfrenta a sus viejas memorias