Bajo una noche estrellada en los últimos cuatro días de la primavera, el cielo estaba despejado y las estrellas podían verse, también Jupiter y Saturno, fascinando a Yuki, mientras Shio y Banna revisaban las fotos que habían tomado durante esas semanas, tratando de decidir que meter en el álbum.
Una y otra vez repasaban lo que tenía, mientras que el ruido del lápiz de Yuki llenaba el silencio que había.
-¿Has dormido algo siquiera hoy? -interrumpió Shio-
-quisiera decir que si -contestó ella- pero estaría mintiendo si dijera que sí.
-quisiera saber, aún ni estoy segura de porqué escogí esto para mí proyecto de verano.
-¿ya lo decidiste tan rápido? -preguntó Banna-
-¿qué van a hacer ustedes?
-un álbum de fotos -contestó Shio- he visto a muchos gatos por aquí últimamente, así que voy a aprovechar y llenar uno entero con eso.
-supongo que haré algo con luces.
-¿Cuándo tuviste tiempo para aprender todo eso? -preguntó Shio- aún sigo sin entender nada de lo que haces en tu computadora.
Banna simplemente levantó los hombros y siguió revisando los archivos de su computadora, borrando todo lo que no necesitaba.
-supongo que es lo que pasa cuando andas demasiado tiempo solo.
Yuki volvió al telescopio volviendo a su búsqueda del objeto que tanto le quitaba el sueño, o al menos lo que le quedase realmente, una y otra vez apuntaba coordenadas, mientras tomaba sorbos de su termo.
Hasta que el teléfono de Banna empezó a sonar, asustando a Yuki, ella lo reviso de inmediato, era Izami y le contestó sin dudarlo demasiado.
-¿podemos vernos mañana? -preguntó ella- necesito ayuda con algo y no tengo nadie más a quien preguntarle
-¿Qué es exactamente? -preguntó Banna-
-es complicado -dijo ella- sólo veámonos en frente del cine al medio día.
-esta bien entonces.
Izami colgó sin decir mucho más, dejándole con muchas dudas al respecto y se levantó para ir directo a su cuarto para poder descansar.
Y al día siguiente ella fue según lo acordado, sin pensar demasiado sobre qué fuese a pasar realmente, solo trataría de ir con lo que saliera primero
Vio a Izami acercarse a lo lejos, luciendo mucho más relajada de lo habitual sin concentrarse demasiado en algo específico y bien sostenía los boletos en sus manos, sin soltarlos ni un solo instante.Izami le saludaba tratando de estar relajada y rápidamente le explicó todo, aún con la sorpresa, Banna fue con ella hasta la sala donde proyectarían la película sin tener idea de que iba a ver exactamente, ella no se animaba a preguntar, bajo ninguna circunstancia debía hacerlo, pues solo arruinaría el momento para ambas pensaba ella.
Hasta que finalmente las luces se apagaron, manteniendo el suspenso por las nubes hasta que finalmente una canción romántica sonaba de los altavoces y un narrador pronunciaba las palabras del prólogo.
-la guerra nos deja destrozados, pero el amor, es lo que nos hace seguir detrás de las líneas enemigas.
Todas en la sala se exaltaron de la emoción, aquellos gritos hacen quedar a un concierto como un gran chiste, pero Banna no entendía del todo porque estaban tan emocionadas, hasta que finalmente pudo ver al protagonista y lo entendió de inmediato.
-¿a qué no es guapo? -le dijo Izami a Banna-
Banna asintió sin comentar más y se quedó viendo a la gran pantalla sin que nada más pasase, una película sobre un soldado buscando un nuevo amor después de perderlo todo en batalla, llevándolo a lugares insospechados, por cada muerte el protagonista se quebraba aún más, dejándolo destrozado, pero al terminar la guerra, el puede regresar a su hogar y encontrarse con la mujer más bella que haya conocido acompañándole durante su duelo por la pérdida de su familia.
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Filosoda!!
Teen FictionUna chica sueña con una vida mejor que no parece llegar nunca a la vez que se enfrenta a sus viejas memorias