Pista 44 - Love You Syndrome

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Una mañana de invierno, una mañana antes de que aquel chico se fuera, Banna y Ryo se encontraban completamente concentrados en el garaje, casi terminando de reparar la moto mientras Shio se sentaba al lado observando atentamente la manera tan sincronizada en la que trabajaban, no había ni un solo momento en el que ambos se detuviesen por completo, solo gestos alcanzaban para decir lo que ocupaban.

Alinear el marco, montar el motor de vuelta después de cambiar las piezas necesarias y limpiarlo tanto como fuera posible, drenar todo el aceite y el combustible fuera del sistema, remplazar todos los medidores que se habían roto desde antes del accidente, todo estaba ya como nuevo, solo faltaba volver a aplicar toda la pintura para cubrir todos los daños del accidente después de arreglar las abolladuras, pero Shio al ver que empezaron a quitar la pintura vieja les detuvo.

-no quiero que lo hagan -dijo Shio-

-si es por el precio no hay problemas ahí, ya me encargue de todo ahí -dijo Banna- solo es sacar la cita ahí.

-preferiría cubrirlo con algo más, no simplemente deshacerme de eso, es como una cicatriz.

Ryo le entendió de inmediato mostrándole algunas fotos de su moto, todos los raspones solo fueron cubiertos por un dibujo para cubrirlos en vez de pintarlos de vuelta a como estaban.

-algo así -dijo Shio- ¿sería posible hacerlo aquí?

-bueno, tenemos la pintura, pero nosotros dos no podemos hacer trabajos de ese estilo.

-y Makoto ya se fue ayer.

Banna empezó a pensar en quien podría ayudar con todo eso, hasta que vio a Sakura y Takako pasar al frente
-¿pueden venir aquí? -preguntó Banna-

-¿qué ocupas? -preguntó Sakura-

Banna explicó la situación rápidamente y Takako se sentía de ganas para ayudar por un rato, después de todo el tiempo les sobraba.

-ahí vamos entonces, solo prepáralo todo -dijo Takako-

mientras Sakura de inmediato empezaba a hacer algunos bosquejos en su mano con un lapicero que tenía ahí.

Banna asintió ayudando a Shio a levantarse, yendo directo a la sala donde Sakura sacó su libreta empezando a dibujar constantemente después de revisar algunas de las fotos y los raspones en la motoneta, queriendo hacer un gran parche de flores blancas que cubría por completo esa parte y después se extendiese a hacia varios lugares de la moto, con algunos objetos alrededor del parche como cámaras, el sol y la luna y demás alrededor del mismo.

-esto se ve bien -dijo Ryo-
-me gusta -dijo Shio-

-¿cuánto tiempo me dan? -dijo Takako dispuesta a aceptar el reto-

-¿segura?

-será divertido, igual no es como que haya mucho que hacer en la casa con Sakura haciendo todo antes de que pueda siquiera hacer algo.

-lo que sea necesario -respondió Shio- quiero que quede bien.

-un par de días entonces.
Banna fue a buscar todo lo que ocupase un kit de aerógrafo, algunos pinceles y el boceto de su hija, ella fue al garaje viendo lo que tenía que hacer y tomó un gran suspiro, limpiando la superficie a pintar, cambiaba la aguja del aerógrafo y después empezaba a marcar todas las líneas lentamente con varios trozos de cinta delgados, marcando las hojas de cada flor sobre aquellos largos rallones.

-gracias por ayudar -le dijo Banna-
-es lo menos que puedo hacer por
ustedes -le dijo Takako- pero ustedes, le cuidaron todo este rato que estuvo por su cuenta.

Ella vio el parlante sobre la mesa y conecto su teléfono antes de seguir, una simple lista que tenía ahí, casi treinta horas de música a la que simplemente metía más y más cada día, sintiéndose ya lista para empezar.

Pero en la sala los demás simplemente se quedaban sin idea de que hacer.

-¿qué tanto hace falta? -preguntó Shio-

-compensadores, Silenciadores, Reforzar el marco, arreglar la pintura, quizás meterle algo donde puedas meter un bate -respondió Ryo-

-lo hice anoche, lo segundo ya, fue lo primero que hicimos, eso ya lo están haciendo y eso último no tiene mucha utilidad aquí.

-¿y la situación con los drifters?

-anduve haciendo algunas vueltas con Shiho anoche -respondió Ryo- El único problema que causarán es el ruido en el camino.

-¿Cuándo piensas irte más bien? -preguntó Shio-

-ya mañana -dijo Ryo- no planeaba quedarme por tanto tiempo que solo venía a ver como estaba Banna y dejarle algunas cosas.

-¿qué fue lo que le dejaste? -preguntó Sakura-

-aparte de la moto, un joyero y un anillo.

-Ah! -exclamó Sakura sorprendida-
-no es lo que piensas -respondió Banna bajandole los humos-
Sakura simplemente sonrió sintiéndose avergonzada por su reacción, pero que más podría hacer ella.

Las horas solo pasaban, entre películas música y pintura, ninguna de ellas se sentía con más ganas de hacer algo, pero apenas vieron a Takako finalmente salió del garaje sintiéndose orgullosa de aquel trabajo.

-ya está listo.

Shio fue la primera en levantarse yendo emocionada hasta el garaje, aún con las muletas a las que igual ya se habían vuelto segunda naturaleza para ella.

-¿Cómo es que vas tan rápido con eso? -preguntó Ryo-

-no es mi primer rodeo-respondió Shio-

Ella se acercó más a la moto, las flores cubrían todos los rayones llegando hasta el asiento, se sentía como si hubiesen crecido durante años de repente, flores blancas, rojas y azules, complementándose una a la otra.

-¿Cuánto te debo?

-ni te preocupes por eso -dijo Takako-

Takako se despidió volviendo a casa, Sakura decidió seguirle sin mucho más que decirles, ya solo empezaba a sentirse agotada mientras Ryo examinaba todo con cuidado, ya habían terminado las reparaciones en apenas una semana, decidiendo irse a empacar todo para la vuelta en su bolso.

Shio se sentía satisfecha, pero aún sin poder hacer mucho, empezaba a aburrirse, su mente empezaba a dar vueltas alrededor, simplemente dándo vueltas sin motivo o razón, ella se levantó yendo a la habitación de Banna, sentándose en su cama viendo a Ryo empacando mientras Banna solo trataba de ordenar el álbum de fotos que había empezado a montar hace poco, veía la cámara por un instante viendo que aun le quedaba un tiro más en el rollo, la agarro sentándose al lado de Shio pidiéndole a Ryo venir por un instante confundido y tomó la foto sin dar mucho aviso, notando la sonrisa de su amiga, que tanto más le podría pedir a la vida, sintiéndose ya libre de hacer de todo sin preocuparse por algo más. Marcada aun con una sonrisa radiante en su rostro.

-¿ahora que piensas hacer? -preguntó Ryo-

-seguir trabajando en mi misma.

-les voy a dejar mejor -dijo Shio bajando con cuidado.

Banna y Ryo sólo se rieron por un momento, dejando pasar aquel instante, La luna se elevaba perenne en el cielo, sus manos se rozaban con una simple promesa.

"espera por mí una vez más"

....

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