Un chico estaba en su habitación viendo un mapa, viendo todos los lugares por los que debía parar durante esa semana y justo a un lado el joyero que había preparado por aquella vieja celda de madera, y ki que pudo sacar de eso. en la que aquella persona que le importaba había sido encerrada.
Trazaba cada punto hasta finalmente llegar al ferry que llevaba a la isla Kiyokan.Se ponía a examinar las posibilidades que el tenía en el momento, sus ahorros de casi todo un año entre su trabajo en el taller y un par de carreras en las que se había metido, suficiente para la gasolina de la moto para la ida y un tiquete de tren de vuelta, una única semana para llegar antes del primero de diciembre. Debía descansar en el camino para evitar accidentes.
Así él llamó a su padre quien vino de inmediato sin pensarlo demasiado.
–ok, tienes posadas aquí y allá, al menos cerca de restaurantes e iras con la moto de Banna ya terminada entonces y el viaje a la vuelta en tren.
–¿crees que pueda aguantar el viaje? –pregunto Ryo– era sólo para reparaciones rápidas dentro de la ciudad.
–eso era por el peso de las herramientas más que nada, no era lo suficientemente potente para el peso extra que había entre tantas cosas con las que cargaba.
–entonces
–solo tire más dinero al problema, no es ninguna Harley, pero al menos podrá seguirte. Aún con algo de peso extra.
–me iré mañana temprano entonces.
Su padre asintió mientras salía de la habitación indiferente, mientras tantas dudas surgían en su cabeza, no era el momento ya para eso, descansar bien en la noche, conducir durante el día era el ritmo que debía seguir, llegar hasta el siguiente punto de descanso y continuar al día siguiente.Entregar el paquete quedarse por un par de días allá, nada más, simple y limpio como debía ser.
Así se acostó en su cama hasta las seis de la mañana. Sintiéndose fresco y listo para empezar, cargo con su equipaje hasta el taller montándose en la moto de Banna, el manubrio, aceite, motor, ruedas todo estaba en su lugar pero aún se preguntaba si aquella pequeña estampa entre los compartimentos donde llevaba las herramientas seguía, lo abrió por unos instantes, “Monkey Wrench”, el lo cerró de inmediato con una pequeña sonrisa y empezo a llevar la moto fuera del taller encontrándose con Asuka nuevamente. Ella no tenía demasiadas ganas de lidiar mucho más con aquella situación viendo que ya se iba.
–¿adonde te vas?
–¿en serio sigues en lo mismo? Solo supéralo, no hay absolutamente nada que puedas hacerle ahora.
–solo quiero saber.
–¿y ahora te haces la inocente? –dijo el cerrando el taller–
–es curiosidad no más, ¿ni eso me permites?
–mira, ya los demás están por llegar, si quieres alguna reparación ve a preguntar y si no, ándate bien al carajo.
Él empezó a acelerar dejándole atrás, pero ella más que frustrarse sacó su teléfono realizando una simple llamada
–estaría bien ir a Kiyokan el primer dia de diciembre ¿no creen?
–pero no podemos arreglar eso tan rápido señorita.
–no me importe, que sea para mi y los chicos no más. No quiero a ninguno de los sirvientes conmigo esta vez.
–como usted desee señorita.
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Filosoda!!
Teen FictionUna chica sueña con una vida mejor que no parece llegar nunca a la vez que se enfrenta a sus viejas memorias