Shio se despertaba en su último día en la ciudad, no hacía nada más que regar las plantas de Junpei y acomodar la habitación guardando todo lo suyo dejándola tal y como estaba antes de que ella llegase, preparo el desayuno en esa casa una última vez aún pensativa de que si algo habría pasado sin supiera mientras estaba fuera de allí, mientras la señal de la estación de radio que solía escuchar era intervenida entre la estática
Junpei salía desgarbado agarrando su plato, mientras veía la maleta de Shio.-ya pasaron dos semanas ¿uh?
-se fueron demasiado rápido -dijo Shio-
-al menos no creo que necesites preocuparte por el dinero un rato
-cualquier cosa si vuelvo creo que puedo trabajar para Sora un rato.
-¿sabes primeros auxilios?
-los necesito por Banna ¿Por qué preguntas?
-por si las moscas.
Shio miró el reloj terminando todo lo que quedaba en su plato de inmediato agarrando su maleta para salir, mientras Junpei simplemente bajaba hacia su auto sin prisa alguna, apenas alcanzándole mientras dejaba su maleta en el asiento trasero, solo la llevó hacia la estación sin darle mucho más tiempo se despidió de ella quitándose lo que era ya un peso demasiado ligero de encima, Shio se dirigió hacia el anden de su tren sin detenerse en ningún momento apenas llegando a tiempo pudo tomar un asiento junto a la ventana con una mujer distraída sentada a su lado, ella presintió algo a punto de caerse desde la parte de arriba y le aviso evitando que le cayese esa pesada maleta en la cabeza.
Solo seguía viendo por la ventana solo con la esperanza de que el viaje terminase rápido sin dar demasiado de sí misma para ello cada kilómetro pasaba solo viendo el reloj que tanto le impacientaba una y otra vez buscando hacer algo más, pero sin poder hacerlo solo terminaba jugando en su teléfono por unos segundos solo para cansarse y tomando una siesta breve que era interrumpida por aquel niño llorando en el asiento de atrás por algo que dejó atrás en la estación hacia ya alrededor de cinco horas atrás.
Solo su humor quedaba arruinado entre el cansancio de aquel viaje apenas fue capaz de bajarse de aquel tren sin pensar más solo le quedaban otro par de horas para que su barco zarpara.
Vagaba por esas calles solo encontrando un restaurante en el que podría por lo menos conseguir su almuerzo en aquel tiempo muerto, un lugar cuya sazón simplemente le resultaba insípida cómo si algo más le faltara, apenas lo suficiente para llenarle el estómago, pero no le satisfacía en lo más mínimo, solo yéndose tras pagar la factura sin pensar en mucho más, solo sentía un ligero asco por ello solo queriendo ir al Mesan con ansías.
Solo vagaba un poco más por las calles de aquella ciudad portuaria antes de ir al puerto donde el barco esperaba por aquellos con su destino fijado a la isla Kiyokan, su hogar, un paraíso del que nunca quería irse, un lugar que nunca fue nada más y nada menos que lo que su memoria era, solo un lugar que estaba atrapado en el tiempo desde hacía mucho tiempo, por las ventanas de ese barco lo podía ver más cerca pudiendo sentir el olor del mar con aún más claridad que nunca y junto a ellas pequeñas lágrimas emanaban de ella, pequeñas perlas que eventualmente caían al suelo con gentileza pues estaba de vuelta a su amado hogar, las secaba con las mangas de su camisa recomponiéndose en el momento y una vez el barco atraco, ella se bajó, la vista familiar del puerto, las tiendas al otro lado de la calle, la playa y las olas que golpeaban la costa solo seguía con su camino recibiendo una foto de Banna quien le estaba esperando desde una de las mesas fuera del Soulgarden por su cuenta, tomándose una simple taza de café y una rebanada de pastel de manzana, siempre vigilando la robusta motoneta de Shio.
-fui yo la que te vino a buscar antes , pero ahora tu me esperabas aquí.
-¿vas a pedir algo?
-la verdad quiero ir al Mesan
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Filosoda!!
Fiksi RemajaUna chica sueña con una vida mejor que no parece llegar nunca a la vez que se enfrenta a sus viejas memorias