Pista 41 - The Following

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La cinta corría en aquella habitación, esa chica molesta se preparaba para salir, pesadas cojas ella revisaba buscando su abrigo para aquella fría noche, encontrándolo en su armario y sin darle mucha importancia se lo puso dándose cuenta de aquella navaja que había dejado desde la última vez que lo uso, prefiriendo dejarla ahí si acaso y a la vez empezó a vendar sus manos rápidamente antes de ponerse sus guantes, por su ventana veía a Ryo llegar ya y decidió apresurarse pasando por Shoko, quien a pesar de sus dudas, sabía que sí lo impedía sólo haría aquella situación más precaria de lo que ya era, podía ver una expresión adolorida y asustada en su rostro, podía ver perfectamente la ansiedad invadir cada rincón de su mente y cuerpo, pero aún así se quedó callada, confiando en el buen juicio de aquella chica que había decidido acoger bajo su techo, la veía pasar por su puerta yendo hacia aquel viejo amigo en el que tanto confiaba.
Banna, solo se subió en la moto acompañada por Ryo, corriendo directo hacia el lago secreto que le enseñó Shio, aun con la nieve acumulándose en el camino y el resbaloso camino, a Banna no le importaba lo suficiente para detenerse queriendo ir a terminar con todo, ellos dos llegaron hasta la cabaña del futuro y Ryo decidió quedarse ahí dentro en lo que todo se acababa.

-¿segura que puedes con esto sola? -preguntó Ryo-

-no estoy segura -dijo Banna mirando su mano temblorosa- no se qué es lo que tengo qué hacer, o si podré mantener el control.

Ryo asintió pidiéndole que juntase sus manos, una y otra vez sus pensamientos empezaban a mezclarse unos con otros dudosa, hasta que sintió a Ryo presionar sus manos rápidamente con un simple aplauso tratando de llamarle la atención.

-recuerda bien esto -le dijo Ryo- La operación es simple, ir, darle en la cara y volver. Todo lo demás es opcional.

Banna asintió y le abrazo con fuerza para después irse directo hacia el lago pasando por la oscura y larga cueva, escuchando el eco de sus pasos y sus propios respiros, uno tras otro, uno tras otro hasta llegar al otro lado.
Asuka estaba ahí parada, en frente del lago con la luna en lo alto reflejada en él, esa mirada tan venenosa llena de ira e indiferencia en sus verdes, ese gesto tan amargado en su rostro que sólo le traía tantos malos recuerdos, una cosa tras otra solo le recordaba de aquel momento y de inmediato Asuka se acercó hacia ella, acercándose a su oído solo para escuchar aquella voz tan insegura que tenía, sintiendo algo punsar su estómago.

-yo que tú no me movería -le dijo Asuka- bien podría hacer lo que debí haber hecho entonces.

Banna la empujó hacia el suelo tomando su cuchillo, se mostraba llena de odio, una ira que ya ni estaba dispuesta a ocultar, todo para algo que no llegaba a tener sentido en lo más mínimo para sí misma.

-¿sólo para eso me querías? -preguntó Banna- ¿para deshacerte de mí como un juguete más de los tuyos? ¿No te alcanza con todos esos hombres bajo tus pies?

-no lo entiendes -dijo Asuka cambiando su mirada- solo quería llevarme bien contigo sabes, solo hice lo que pensé era mejor para ti y Ryo no te convenía en lo más mínimo.
Banna acerco su navaja al cuello de Asuka, haciéndole un pequeño corte poco profundo.

-deja de mentir ya, no me importan las excusas que tengas.

-deberías, estoy a un simple botón de reventar todo.

-ya se que es falsa -dijo Banna- es solo una amenaza vacía, como todas las otras que me hiciste antes.

Asuka reaccionó alarmada

-¿entonces para que vienes?

Banna suspiro sentándose a la orilla del lago pensativa, un pensamiento a la vez pensaba en cómo decirlo todo, las palabras que usaría y la forma en las que la diría, pero ya cansada por tener que pensar en ello, se levantó dándole una patada al estómago a Asuka que le hizo retorcerse.

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