Filosoda!!

Pista 38 - Guerrilla Radio

Izami ya recibió más información por parte de Banna marcándole ya varias ubicaciones que revisar e iba llegando a la pista justo a tiempo para meter a cuantos sean posibles indiferente de todo se metió en la escuela corriendo hacia la sala de radio avisando a todos dentro de la escuela, una expresión llena de liderazgo y determinación, su voz firme libre de toda ansiedad, sabía bien lo que debía hacer.

–escuchenme todos aquí presentes, no me importa si son profesores, estudiantes o incluso el director, soy Izami Kazugaya, Capitana del equipo de atletismo y la luna de la escuela, Shio Shibuya ha sido raptada por un montón de idiotas y si algo he aprendido de todos aquí es que puedo contar con ustedes pase lo que pase.

De repente el director se presentó en la habitación alarmado, listo para tomar acción, acompañado por la profesora Vanessa y todo el equipo de atletismo detrás de ellos, el club de periodismo también y todos los compañeros de su clase y la de Shio, todos determinados a hacer algo sobre ello.

–where’s That bloody bastard at, I want to beat his face and beat it into a unrecognizable pulp–

–querida –le dijo el director llamando su atención– recuerda que están los niños aquí.

–no me importa ya, solo debemos tomar acción, pero ya.

Izami asintió enseñándole el mapa al director y el decidió organizar el pequeño esfuerzo por buscar a Shio en sus propias manos, mandando a un grupo de estudiantes a buscar en la región norte, donde nada estaba cubierto.

–esto deja el Este y el Oeste.

–son como trece almacenes diferentes –destacó Vanessa– en tan sólo esos dos lados.

–hay seis cerca de acá, ustedes que están con Shio ¿podrían repartirse esos?
–está hecho, Capitana Moon.

Ellos se marcharon, entre un grupo de treinta estudiantes se separaron en varios grupos de cinco, mientras Vanessa seguía a Izami a la pista para coordinarse con el club de atletismo conformado por casi cincuenta estudiantes. Todos se reunían leales a Izami en la pista dispuestos a hacer lo que sea que haya que hacer, todos firmes esperando las ordenes de Izami.

–busquen en los almacenes restantes, repártanse en grupos todo el trabajo y cualquiera que no tenga grupo, únanse a los de la clase 1A y 1C repórtense directo a mi como equipos y únanse al resto una vez terminen. Yo me quedaré con el director coordinando a los equipos.

Todos empezaron a seguir las órdenes de Izami sin rechistar corriendo hacia las direcciones restantes quedando únicamente las del sur que ya estaban revisando Ryo y compañía.

–Toda una general estas hecha.

–muchos aquí somos descendientes de viejos desertores después de todo, lo llevamos en la sangre.

Izami continuó caminando notando el centro de operaciones que había montado el director en su oficina, tachando ya los puntos que habían sido revisados por sus equipos.

–no era necesario tanto sabes.

–pero no he sacado las armas aún, ni cavado los bunkers.

–ya es suficiente, en fin ¿Qué es lo que hay?

–los almacenes del uno al tres han sido ya revisados, nada especialmente sospechoso.

Izami recibió varios mensajes del club de atletismo almacenes siete y ocho ya revisados, solo eran distracciones, de inmediato los tacho del mapa, el director ya recibió reporte del cuatro y cinco. No había nada ahí. Fueron tachados del mapa, nueve y diez estaban igualmente vacíos, solo escasos trabajadores, el almacén seis  estaba fuertemente vigilado por varias personas que no aparentaban formar parte de un equipo de vigilancia, parecían ser más bien un grupo de conductores, el resto de los almacenes estaban ya confirmados.

–justo como esperaba de ti, Izami –le dijo el director– deberías sentirte orgullosa.

–aún no, tenemos que revisar ese.

El resto de las chicas finalmente llegaron a la escuela agotadas de andar corriendo por todos lados, veían al director e Izami viendo un gran mapa sobre aquel escritorio de madera antiguo.

Empezaban a sentirse más aliviadas, era casi una tormenta perfecta donde todo estaba en su sitio, Ryo finalmente informó al resto, los almacenes de su lado estaban ya vacíos e iban camino a la escuela junto a Shiho.

Todas fueron directo al almacén preparando el último asalto decididas a destrozar cuántas cosas fuesen necesarias para salvar a aquella persona tan preciada.

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