Perfección

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*Antes de leer el capítulo, quiero advertirles que lo que encontrarán aquí tiene contenido sexual y lenguaje explícito (/w\) No es mi intención ofender a nadie, por lo tanto sí consideras que esto es demasiado fuerte para ti, no te preocupes por leer, podrás seguir haciéndolo en el capi siguiente (∩_∩) Y sí te ánimas a leerlo, que sea bajo tú propia responsabilidad (͡° ͜ʖ ͡°) Un beso.♡*

**Para las pervert que van a leer el capi (͡° ͜ʖ ͡°) Púchenle al icono de música cuando llegue el momento perfecto, porfi, gracias ♡**

Capítulo 43

(Demián)

Dormía profundamente cuando los gritos de Nadia me despertaron abruptamente, el corazón me latió con violencia, mientras mis nervios se alteraban ante el llanto estruendoso de mi ángel, ella estaba al lado mío, el temblor en su cuerpo era demasiado notorio, se llevaba las manos a la cabeza, repitiendo una y otra vez el nombre de Leo; encendí la pequeña lámpara que estaba sobre el buró, de inmediato la acerqué a mi pecho y la abracé con fuerza, tratando de que se tranquilizara; mi mente empezó a analizar la situación y a preguntar en voz baja ¿Quién es ese tal Leo? Jamás había sabido nada de él, y ahora de pronto aparecía, eso me estaba carcomiendo el cerebro, porque ¿Qué tuvo que ver Nadia con él? ¿Por qué le afectaba tanto? Él debía haber marcado de alguna forma su vida como para repercutir de esa manera en ella.

—¡Hey, tranquila, amor, ya pasó, tranquila!— repetí varias veces a volumen bajo, mientras la mecía de forma suave entre mis brazos.

—¡Leo...! —volvió a llorar mucho más fuerte, y sus manos me sujetaron con fuerza por la cintura.

Después de un rato, me soltó y envolvió sus piernas con sus brazos, recargó el mentón en sus rodillas, las mejillas seguían cubiertas por las lágrimas, sorbió un poco por la nariz y después comenzó a hablar, puse mi total atención en lo que iba a decir.

—Hace tiempo, cuando llegué a París, conocí a un chico alemán llamado Leonard Müller, empecé a tratarlo porque tomábamos algunas clases juntos, en algún punto nos volvimos buenos amigos; es decir, a veces nos juntábamos Pearl y yo a tomar un café con él, pero después ella se fue y me quedé sola, así que nos volvimos un poco más cercanos— suspiró —En una ocasión, estaba desesperada por fumar yerba así que recurrí a él, sabía que fumaba y en ocasiones anteriores me había obsequiado un cigarrillo, pero ese día estaba a nada de volverme loca, de verdad necesitaba poner algo de droga en mi sistema, y la marihuana era fácil de conseguir —hizo una pausa, y yo me esforcé por hacer memoria, quería recordar sí alguna vez vi a Nadia con aquel chico, pero nada venía a mi mente, sin embargo un ligero grado de celos comenzaba a aparecer en mi sistema. —En fin, ambos caímos en manos de Alan porque Parker nos llevó con él, no al mismo tiempo, Leo fue la primera víctima de ese mal nacido, a él Dugarry lo usaba para los fines que se le vinieran en gana, y a mí poco a poco me fue metiendo en su mundo asqueroso —limpió un poco las lágrimas de sus mejillas; entonces un pequeño recuerdo llegó a mí, ese chico había estado con ella la noche en que la encontré en aquél bar, estaba seguro que había sido él, pero no quería empezar a interrogar a mi ángel sobre eso, prefería dejarla hablar y desahogarse, aunque siguiera sintiéndome celoso por ese desconocido —No sé hasta qué punto él se metió en problemas, quizás por mi culpa, porque siempre cuidaba de mí, hasta se anteponía para que ese cerdo no me lastimara, él prefería cargar con eso con tal de que yo estuviera bien —su cuerpo comenzó a temblar nuevamente —!Siempre tenía un abrazo o una palabra bonita para hacerme sentir mejor! —su voz fue bajando de tono, parecía que hablaba consigo misma —¡Y tal vez eso provocó que ese bastardo lo matara! —volvió a llorar desconsoladamente y me sentí tan mal por haberme creado ideas falsas en base a mis estúpidos celos.

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