Señalar

141 12 20
                                    

*Mueran con el gif de Demián Holden, alakalakalakaksks (♡o♡)*

Capítulo 50

(Demián)

Estaba preparándome para ser llevado al juzgado, en dos horas iniciaría el juicio, y para ser franco no me sentía nervioso ni nada por el estilo; definitivamente haber leído la carta que me había enviado mi dulce ángel, había sido como un oasis en medio del desierto.

Había memorizado cada palabra, cada punto y cada coma de aquel texto, ninguna cosa me había hecho sentir tan feliz como saber que ella estaba bien, que seguía con la firme idea mantenerse fuerte y a mi lado, y lo mejor de todo, lo que hizo desbordarme de felicidad era el hecho de que sus sentimientos no habían cambiado en lo más mínimo, a pesar de lo duro que estaría siendo para ella mantenerse en una sola pieza ante los cuestionamientos a los que seguramente estaría enfrentándose por defender lo nuestro; me tranquilizaba saber que estaba luchando para que todos creyeran en eso.

Sonreí nuevamente al saber que a pesar de no estar juntos, Nadia seguía pensando en mí, que se había aventurado a escribirme, aun sabiendo que estaba totalmente prohibido tener acercamiento conmigo; cuando Frank me contó que Connor le había hecho entrega personalmente de la carta, me costó digerirlo, pero después me concientice acerca de eso, y me permití sentir genuina su ayuda.

Enterarme de que Nadia había entrado a rehabilitación por voluntad propia me trajo mucha paz, ya que eso me daba la pauta para creer que estaba siendo mucho más responsable y que sobre todo se preocupaba por sí misma, estaba cuidándose, eso era algo que me dejaba muy tranquilo.

Hice el nudo de la corbata, para después sentarme sobre la cama, respire despacio, y busque debajo de mi almohada el sobre color blanco que Frank me había entregado. Una gran sonrisa apareció en mis labios en cuanto comencé a releer la carta de mi amado ángel.

"Hola, Demián, o debo decir: ¿Hola, mi amor? No sé, es la primera vez que escribo una carta y no tengo idea de por dónde empezar, a eso súmale que mis manos están temblando y que mis labios están siendo invadidos por una sonrisa que se niega a desaparecer, ¿Puedes imaginar eso? Bueno, la razón por la que te escribo es porque necesito que sepas que estoy muy bien, realmente lo estoy, he decidido tomar las riendas de mi vida, y he comenzado a responsabilizarme por mis decisiones y acciones, decidí buscar ayuda profesional para seguir controlando mi adicción, busqué a alguien con quien hablar de mis pesadillas, de mis sueños, alguien que viera mis heridas emocionales y me ayudara sanarlas, todas van cerrando de a poco, pero eso es bueno, ¿Verdad?
Mis padres siguen renuentes a escucharme, mi madre más que mi padre, pero no te preocupes, tengo la ilusión de que en algún momento abran los ojos y se den cuenta que no estoy loca, y que tú no eres el malo de ésta historia, tengo fe en que todo va a salir bien, sigo luchando por ti y por mí, quiero seguir adelante con esto, con mi promesa, Te amo, y estoy extrañándote a cada segundo que pasa; sé que tú llevas la parte más difícil en esto, y jamás me cansare de darte las gracias por eso, por tanto.
No dudes que mi amor por ti sigue firme e íntegro, nada ni nadie me ha hecho dudar ni siquiera un poco de lo generoso y amoroso que eres, eres mi Demián, mi amor, mi todo.
Sigue manteniendo tú promesa, cuídate mucho, sé fuerte, y sobre todo, no olvides que yo estaré aquí, esperando nuestro final feliz... Te amo, te amo, te amo...

Siempre tuya, Nadia

P.D. Lo último fue muy cursi, lo sé, pero tú me haces ser alguien mejor en todos los sentidos, ¿Ves lo que me has hecho?"

Sonreí como un auténtico idiota enamorado, definitivamente mi dulce ángel me había devuelto la fe y la vida, me había llenado de tanta fortaleza que difícilmente iba a derrumbarme en algún punto de todo esto. Suspire con demasiado anhelo, lo único que quería era ver a Nadia, porque sí, hoy la vería después de cuatro meses; parecía que el tiempo se había detenido en algún segundo en los días anteriores, pero ahora los minutos pasaban un poco más rápidos, así que mis incontrolables ganas de verla me estaban superando por mucho.

El ExtrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora