Fortuna

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Capítulo 5

(Demián)

La fortuna me seguía sonriendo, parecía que encontrarme con mi dulce ángel aquel día, había vaticinado que las cosas marcharían de la mejor forma; después de haber ido a un par de entrevistas más, por fin me habían llamado de una agencia de publicidad que se encontraba en Manhattan, el señor Fisher fue el que se comunicó conmigo y justo hoy, cumplo tres semanas trabajando en Mark&Designs.

Yo no podía estar más emocionado, había ido un par de veces a casa de mi ángel, no quería empezar a levantar sospechas de los vecinos, así que iba de vez en cuando, y solo había tenido la suerte de verla dos veces.

"...Recuerdo la primera ocasión que te vi mi ángel, había ido a dejar unos papeles, y a mi regreso me di una escapada para pasar unos minutos frente a dónde vives y no imaginas la enorme felicidad que sentí cuando te vi en el jardín, leyendo un libro, mientras una mujer, que podría asegurar era tú madre por el enorme parecido que tienen, se mecía en el columpio verde que se encontraba en el lugar. Me recargue en el mismo árbol de la primera vez que estuve aquí y para despistar, tomé unos papeles y saqué una pluma, mi vista la dirigía de vez en cuando hacia los lados, para no encontrarme con alguna sorpresa. Adoraba verte tan concentrada en lo que leías, y como por algunos momentos sonreías y le mostrabas a tu mamá, el párrafo que te había parecido gracioso. Para mí, no puede haber más perfección que ésa, la tuya, y esa misma perfección hace que me sienta indigno de ella, eres una pequeña niña, pura e inocente, pero aun así despiertas miles de sentimientos en mí, los más honestos que he sentido en toda mi vida, nada en éste mundo podría si quiera compararse con lo que tú me haces sentir.

Estuve ahí por una media hora, la cual refrescó mi alma y me dio la energía para seguir con estos planes y está vida que sigue a medias y no estará completa hasta que estés conmigo.

Regresé al trabajo, salí a las ocho de la noche e inmediatamente corrí otra vez para verte, pero regresé a casa sin éxito..."

Sonreí al recordar ése día, había sido tan abrumador y perfecto, mi ángel simplemente ha sido lo más hermoso que pudo haberme ocurrido.

Hoy es el día de mi graduación, por fin terminé la preparatoria, y como era de esperarse mis padres apenas y me dirigen la palabra para lo indispensable. Aun no se resignan a que precisamente en éste día, me vaya de la casa, y sobre todo, no terminan de entender que soy dueño de mis decisiones, lamento tanto que no me apoyen, me duele, pero era algo que yo veía venir desde hacía mucho.

Frank y yo decidimos rentar un pequeño departamento en Manhattan, mi hermano nos había apoyado, y en especial le había ayudado legalmente a mi amigo, ya que terminó demandado a su padre por intento de homicidio, ganando el juicio y obteniendo una remuneración por los daños que le había causado, jamás podría agradecerle lo suficiente a Derek Holden, mi hermano mayor.

Mi amigo aún tenía el brazo y el pie enyesado, así que yo era el único que trabajaba por el momento, y aportaba un poco de dinero, entraré a la universidad de Columbia en aproximadamente dos semanas, mi hermano que tiene diferentes contactos por todo Nueva York, hizo algunas llamadas para que yo fuera aceptado, con la condición de mantener un promedio considerablemente bueno.

Derek y yo no fuimos muy unidos, él tenía treinta años, así que jamás tuvimos un lazo muy estrecho por las diferentes etapas en las que nos encontrábamos y jamás tuvimos en común, pero eso no marcaba alguna diferencia a la hora de apoyarnos, él es un hombre bastante sensato, honesto y cariñoso, su fama cómo un aguerrido abogado le había abierto muchas puertas importantes, debo confesar que me siento muy orgulloso de él, pero su alto estándar de profesión es algo que veo muy difícil de alcanzar para mí.

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