Lucha

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Capítulo 28

(Nadia)

El Vogaje era una bodega común y corriente, no me sorprendía en absoluto que adentro las personas que asistían a ese lugar fueran adictos, al igual que yo, así que cuando entre ahí no me sobresalté, al contrario, me sentí en mi hábitat, a decir verdad iba tan drogada que ni siquiera prestaba atención a lo que sucedía a mi alrededor.

Era la cuarta vez que veníamos, Leo, Parker y yo, lo único que me reconfortaba era que Alan no había aparecido por aquí, eso me mantenía tranquila. Leo y Parker hablaban de cosas que no entendía, así que me dispuse a bailar en la improvisada pista, había muchas personas bailando ahí, todas en sus propios mundos.

Después de un rato se me había pasado la euforia y decidí tomar asiento, sólo estaba Leo, de inmediato fue a mi encuentro, me tomó por la cintura y me condujo al pequeño sillón rojo de piel sintética, me deje caer en él y le hice una seña al alemán para que me diera de su bebida, tenía tanta sed que en cuanto el sabor del vodka invadió mi garganta me hizo sentir satisfecha.

—Parker dijo que lo esperáramos aquí, tardará un poco, pero no te preocupes, voy a cuidarte bien —guiñó su ojo derecho y sonrío ampliamente.

—Está bien... Quiero un cigarro —hice un puchero y Leo de inmediato sacó una cajetilla y tomó un cigarrillo, lo encendió y después me lo entregó. —¡Gracias! —le sonreí, tomé el cigarro y le di una calada rápidamente.

Estuvimos un rato observando todo a nuestro alrededor sin decir absolutamente nada, era miércoles y aun así el lugar estaba un tanto lleno, la música electrónica se mezclaba perfectamente con las luces azul neón, se podía percibir el fuerte olor a marihuana, era raro encontrar a alguien que no estuviera bebiendo alcohol o drogándose. Leo se sentó en el descansa brazos del sillón, se acercó más a mí, tomó mi mano derecha entre la suya y me miró detenidamente.

—¿Has pensado en lo que te dije? —su pregunta me sobresaltó un poco, no recordaba a qué se refería.

—Lo siento, yo... —me interrumpió.

—Lo de irte conmigo a Alemania... ¿Ya decidiste algo? —su mirada estaba llena de expectativa.

Vacilé un poco antes de responderle, fumé un poco más antes de decir algo.

—Aún no he decidido nada, lo siento —levanté mis hombros —¿No me digas que ya te piensas ir? —de pronto empecé a sentirme nerviosa, el sólo hecho de imaginar que Leo se fuera me ponía mal, él se había convertido en un buen amigo, y pensar en quedarme sola con Parker definitivamente no era lo mejor para mí.

—No sé, pero he estado pensándolo más y creo que ambos deberíamos dejar todo esto, antes de que las cosas se pongan peor... —se notaba un tanto nervioso al hablar.

—¿De qué hablas? —me acerqué más a él, quería que me dijera todo lo que sabía.

—Bueno, yo... Sólo no quiero que Alan vuelva a molestarte, es todo...

—¿Hay algo más? Tienes que decírmelo —sujete su mano con la mía, y con mi otra mano libre lancé lo restante del cigarro sobre el piso.

—Es que... Olvídalo, ¿Quieres?

—¿Es por lo que me dijo Parker hace unos días?

Sus ojos azules se abrieron de par en par, y su cuerpo empezó a temblar de forma evidente.

—No sé qué te dijo Parker —dirigió su mirada en dirección contraria a donde yo me encontraba.

—Parker me dijo que hacías algunos trabajos para Alan...

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