Procurar

135 11 23
                                    

Capítulo 51

(Nadia)

Algunos amigos de Demián habían sido presentados como testigos en el juicio; él ya me había hablado un poco de Vincent y Chelsea, los cuales aún seguían siendo considerados por él como buenos amigos, incluso me habló del enamoramiento que había sentido hacia Chelsea por dos años, el cual nunca fructificó porque jamás reunió valor para hacérselo saber.

Recordar todo eso me hacía sentir un tanto inquieta, quizás sí ella hubiera sabido de los sentimientos de Demián, ésta historia, nuestra historia jamás habría existido, pensar en eso me congeló la sangre.

También había asistido al juicio una chica de nombre Maddy, según Demián, tuvieron una relación estable por más de seis meses pero en cuanto me vio en aquel parque, dio por terminado cualquier contacto con ella sin importar nada más. La chica no dejó de mirarme durante el interrogatorio, provocándome una enorme incomodidad; en cuanto éste terminó, le sonrió ampliamente a Demián, cosa que me molestó al grado de sentirme absolutamente celosa, ésa chica era demasiado bonita, aunque pensándolo bien todas las chicas que figuraban en la vida de mi Demián eran realmente atractivas; ahora me daba cuenta de que él podría haber sido feliz con cualquier chica, y yo sólo había llegado a arruinarle la vida; el sentimiento de impotencia y culpabilidad me embargó una vez que fui consciente de todo lo malo que había traído a la vida del hombre que amaba.

—¿Podría definir a Demián Holden como un tipo que se valdría de cualquier medio para lograr su objetivo? —el abogado Rickman cuestionó a Alix Bagley.

—¡No, Demián es de las pocas personas que tiene principios y valores, demasiado arraigados como para cegarse ante un objetivo e ir por el al costo que fuera pasando por encima de alguna persona o haciéndole el más mínimo daño!

—¿Cree que sea culpable del secuestro de Nadia Foster? —la rubia palideció, había mostrado entereza pero una vez que fue cuestionada acerca de eso, su rostro se desencajó.

Se tardó algunos segundos para responder.

—Tanto como culpable, no lo creo, más bien creo que él actuó de esa forma porque creía era la única opción que tenía, dadas las circunstancias, obviamente —movía sus manos conforme daba su punto de vista —Sobre todo porque la chica que amaba estaba en peligro, así que debió sentirse desesperado para hacer lo que hizo, sin embargo quiero recalcar que sus acciones, sus decisiones las basó plenamente en el bienestar de Nadia...

—¿Así que está de acuerdo con que el señor Holden haya puesto bajo llave a mi cliente, sabiendo que ya había sido brutalmente traumatizada, violentada, dañada de la peor forma a nivel emocional y físico? —Rickman miraba directamente a la rubia, seguramente trataba de desestabilizarla —¿Para usted, el secuestro de Nadia Foster fue lo mejor que pudo pasarle?

—¡No, claro que no! —dijo tajante —Solo creo que debería tener en cuenta las circunstancias que lo empujaron a hacer lo que hizo.

—Señorita Bagley, ¿Usted tuvo una relación con el señor Holden más allá de la amistad?

—No, sólo hemos sido buenos amigos por más de seis años —la rubia sonrió en cuanto cruzó mirada con Demián.

—Pero ¿Podría mentir para ayudarlo? —seguía usando ese tono que daba por hecho que Alix trataba de minimizar lo sucedido.

—¡Absolutamente no, conozco las consecuencias de hacer algo como encubrir un delito! —cambió su postura a una más rígida —¡Soy abogada, así que de ninguna manera me pondría en riesgo, por más cercana que fuera a Demián, hablando de él respectivamente! —Bagley tenía el ceño fruncido.

El ExtrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora