Capítulo 15
(Nadia)
Los preparativos para mi fiesta de cumpleaños me estaban volviendo loca, sobre todo porque mi madre soñaba con hacer una enorme fiesta, con muchísimos invitados, ella quería que todo fuera perfecto y yo solo anhelaba divertirme con mis amigos, pasarla bien de manera simple, no era mucho pedir.
Terminé de comer mi cereal y subí a mi recámara para lavarme los dientes; mi teléfono vibro indicando que tenía un nuevo mensaje, me sequé la boca con una toalla y salí del baño para tomar mi celular, mire la pantalla y sonreí, era un texto de Sebastián.
"Espero que tengas un lindo día, nena, te amo ❤"
De inmediato le contesté:
"Gracias bebé, espero que también tengas un lindo día, te amo (: "
Podría decir que mi noviazgo era algo dulce y perfecto, Sebastián era mi primer novio, llevábamos poco más de cinco meses juntos. A veces me sentía una completa boba porque no sabía cómo comportarme con él, era mayor que yo por dos años, le faltaban unos cuantos meses para terminar la preparatoria y yo apenas iba en primer año.
En algunas ocasiones, me la pasaba pensando en qué haría cuando él se fuera de Nueva York, ya sea a estudiar a otro lado o simplemente a regresar a Portugal con su mamá y su hermano menor, pero Candy me decía que no me preocupara aún por eso, que debía disfrutar el ahora.
Sebastián había regresado para vivir una temporada con su padre, el cual se había casado y tenía una hija pequeña de tres años; mi novio se volvía loco con Nishelle, su hermanita. Había días en los que la llevábamos al parque donde solía ir años atrás a patinar con algunos amigos de Connor, pero como él ya no los frecuentaba, yo no había vuelto a subirme a una patineta, no es que fuera una experta en eso, pero me divertía muchísimo.
Ya en clases, Pearl se acercó a mí para charlar.
—¿Cómo van los preparativos de tú fiesta? —tomó asiento en una banca al lado de la mía.
—Bien, bueno, ya sabes, mi mamá se está encargando de eso —sonreí.
—Ya imagino la locura que está preparando para el evento —rió un poco —Recuerdo que cuando eramos niñas, siempre decía que te haría una fiesta de cuento de hadas.
Reí al recordar a mi madre horneando galletas de chocolate para mis amigas y para mí, mientras nos contaba sus planes para cuando yo cumpliera dieciséis.
—Tienes razón, mi madre ha soñado con ése día mucho más que yo.
—De cualquier forma será una linda fiesta, lo sé.
—A la cual tendrás que ir, Pearl —sujete su mano y la miré directamente a los ojos, hizo una mueca.
—Me gustaría asistir, pero sabes que Candy y yo no podemos estar en el mismo sitio.
—¿Por qué simplemente no dejan atrás eso y vuelven a ser amigas? Extraño salir las tres juntas, como antes —y era verdad, extrañaba tanto eso.
—Pues... —el sonido de la puerta del salón abrirse, hizo que Pearl y yo volteáramos, era Candy, la cual me quería asesinar con la mirada —¿Ves a lo que me refiero?
Pearl se levantó del asiento y volvió a su lugar, mientras Candy se acercaba con el enfado muy notorio en su cara; ellas dos habían dejado de ser amigas cuando descubrieron que a ambas les gustaba Parker, y como el susodicho prefirió a Candy, Pearl simplemente se alejó de nosotras; era una completa niñería para mí, pero después de un año en esa situación, ya me había dado por vencida.
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El Extraño
Romantizm"Llegaré hasta el fin del mundo, por ti... " -Demián Holden. Obra registrada en Safe Creative: 1501273105120 Todos los derechos reservados.