58./ Lobos Pt. 2 🥀

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"A veces hace a un hombre bestia o a una bestia hombre."
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Entre la oscura y misteriosa noche, Rose Scamander camina sigilosa por las afueras de Hogwarts, acudiendo al llamado en forma de aullido de su amado.

Sin tener conocimiento de la cruel broma que acontecía a solo unos metros de ella. Una broma que saldría mal y cambiaría la vida de todos para siempre.

Esa misma tarde James Potter había escrito una nota para Severus Snape donde se hacía pasar por Lily, citándolo a los pies del sauce boxeador. Snape que quería arreglar a toda costa su relación con Lily, acudió sin pensarlo. Sin siquiera analizar la amorfa caligrafía que para nada coincidía con la fina y prolija de Evans.

El Slytherin practicaba las palabras que le diría a la pelirroja, estaba decidido a confesarle su amor esa noche. Le demostraría que solo él podría amarla como se merecía.

La luna acompañaba a más de uno esa noche y Severus, mientras pasaba la noche estaba cada vez más seguro de que estaba siendo observado. Por un momento pensó que podría ser Lily, pero después una cabellera negra y una túnica escarlata se cruzaron frente a su campo de visión.

—¿Scamander?—Dijo el mismo tiempo que la joven lo llamó "Quejicus".—No me llames así ¿Que haces aquí?

—Lo lamentó, creí que ese era tu nombre, como tus amigos te llamas así. —explicó la joven con voz pausada, tenía una extraña sensación en el pecho y quería estar cerca de Remus.

—Potter y Black, no son mis amigos. — Rodó los ojos "Esa chica es tan tonta"—pensó para sus adentros.— Repito, ¿qué haces aquí?

—Es difícil de explicar, pero la luna me dijo que viniera.

¿La luna? Severus pensó que esa chica estaba mal de la cabeza.

—Regresa, es tarde y estoy esperando a alguien.

—¿A quién?—pregunto Rose de forma tan natural que Snape por un momento de olvido que era una completa desconocida y estuvo a punto de contarle.

—No te importa, ahora regresa.

—Si me importa, por eso pregunté.

Esa chica sin duda sabía cómo agotar su paciencia.

Severus estaba a punto de gritarle que se marchara cuando un estruendoso aullido lo interrumpió. Era un quejido tan escalofriante que ha ambos logró helarles la sangre por diferentes razones.

Severus tenía miedo y Rose sentía terror. Pues la presión en su pecho incrementaba y sentía que en cualquier momento se pondría a gritar.

Alguien estaba por morir.

De pronto sintió que no debían estar ahí, pero ya era muy tarde. La muerte parecía estar de cacería esa noche y tenía los ojos puestos en ellos.

La luna desde la oscura y desolada noche, se lamentó por haber enviado a la niña al encuentro con la bestia.

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Mientras sus huesos tronaban, Remus trataba de distraer su mente del dolor. Se imaginaba a Rose, se imaginaba a sí mismo en los brazos de su amada, oliendo su perfume a rosas, escuchando sus historias sobre el mundo de las maravillas y maldiciones rotas, Rose le hacía creer que un día el también rompería su maldición, le daba la esperanza de que un día el bien triunfaría sobre el mal.

𝕽𝖔𝖘𝖊𝖘 「 𝕽𝖊𝖒𝖚𝖘 𝕷𝖚𝖕𝖎𝖓 」🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora