𝕽𝖔𝖘𝖊𝖘 「 𝕽𝖊𝖒𝖚𝖘 𝕷𝖚𝖕𝖎𝖓 」🥀

30/. Blanca Navidad 🥀

Cada día como el anterior, como la mañana de la que venimos.
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Es ya bien sabido que Rose Scamander tenía serios conflictos en lo que al tiempo se refiere, y también es ya bien conocida la tregua de amistad que mantenía con el infinito enemigo tiempo, pero lo que no es bien sabido era lo extraña que se sentía Rose, compartiendo su pasado con el chico que le aceleraba el corazón sin motivo aparente, ya que lo que Bella sentía por Lunático era más bien destino. Por que aquellas dos almas malditas, tenían que encontrarse tarde o temprano, por que ellos dos eran tal para cual incluso antes de forjar su carácter.

A partir de aquel primero de septiembre de 1974 no existiría Rose sin Remus, ni Lunático sin Bella.
Aunque el futuro les daría una pista de aquello, si no es que el presente ya lo hacia.

"Mejillas sonrojadas,
corazones agitados"

Remus Lupin jugueteaba con el hilo rojo que colgaba del meñique de Rose, ambos caminando por los pasillos del tren escarlata. Habían despertado hace algunos minutos y se habían sorprendido al notar que el compartimiento se encontraba vacío, al igual que los pasillos del tren, era de esperarse ya que el cielo se encontraba aún oscuro. ¿Qué había sido aquel sueño? Se preguntaban ambos, sin atreverse el preguntar si aquel viaje al pasado había sido real.

-¿Qué hacías en el compartimiento Bella? - le preguntó Remus con la esperanza de que aquel sueño, hubiera sido eso, un sueño.

-¿Yo? Mmmm.. - se disputaba entre decir la verdad o no. - Me perdí. - sonrío.

-¿Enserio? - preguntó aliviado al pensar que aquel atrevimiento había quedado en su subconsciente actuando con la repentina valentía del día que durmieron en el lago, que justo ahora pensaba, podría tener algo que ver con sus amigos.

-Sip. - se sonrojó la Gryffindor, era una pésima mentirosa pero al menos era lo suficientemente buena para que Remus no notara el tono falso en su voz.

-Bueno, supongo que deberíamos volver al compartimiento, aún quedan algunas horas de viaje. - sugirió el castaño, que tenía el cabello revuelto por la larga siesta que había tomado.

-Si. - se sonrojó la pelinegra. - aunque si sigo durmiendo contigo Remus, creo que ya no podré dejar de hacerlo.

El cabello rojizo de Lily podría pasar como un común castaño al compararlo con las mejillas sonrojadas de Remus, el era un chico tímido eh individual, pero cuando Rose Scamander estaba con el, podría decir sin presión que jamás se cansaría de su compañía, Bella tenía el súper poder de hacer feliz a Remus y Lunático tenía el súper poder de hacer sentir cuerda a Rose, dos mitades que embonaban a la perfección.

¿Quien será la princesa que libere al príncipe atrapado que habitaba en la bestia?

Y en un silencio incómodo que Rose no pudo distinguir, caminaron de regreso a aquel compartimiento que ya se encontraba habitado por los otros tres merodeadores restantes. Remus no sabía que hacer ahora que sus amigos se encontraban ahí, si se recostaba junto a Rose, los muchachos no dudarían en molestarlo, como aquel día en su dormitorio. Y antes de poder idear algún plan que involucrara soledad acompañada de Rose, la menor de los Scamander habló.

-¿Quieres ir a mi compartimiento? - sugirió la francesa. - mi compañero Xenofilus se fue hace un rato con una chica muy bonita de Ravenclaw. - suspiro, le encantaban las historias de amor. - así que seguramente está solo.