𝕽𝖔𝖘𝖊𝖘 「 𝕽𝖊𝖒𝖚𝖘 𝕷𝖚𝖕𝖎𝖓 」🥀

17/. 8:00 pm 🥀

No puedes cambiar el pasado; aunque déjame decirte algo:

Podrías aprender algo de él. 🥀
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Halloween 8:00 pm
"Baño de prefectos"

Las lunas de octubre eran las favoritas de Rose, ya que era en este mes que la luna se volvía más enorme y luminosa.
Una de sus cosas preferidas en Hogwarts era la luna , ya que cuando brillaba, iluminaba su dormitorio y Rose podía jurar que algunas veces, la luna le susurraba al oído.

Luna, Lunita mía.

Y mientras esperaba a Remus, la bella joven miraba atreves del vitral de la sirena, a la luna menguante que le hacía compañía en su espera.
Hacia ya mucho que no tenían una charla y Rose se sentía mal por ello, en Beauxbâtons la luna y ella tenían largas charlas hasta que la luna tuviera que irse para darle la bienvenida al sol, la luna le contaba historias sobre hombres lobo, algunos buenos y otros no tanto, pero en su mayoría, seres torturados que tenían que vivir con miedo constante. Y fue a partir de aquellas historias que Rose comenzó a compadecer a los licántropos, tenía ganas de abrazarlos y darles un beso en la mejilla, antes de que enfrentaran a su otra naturaleza.

-Querida Lunita, cuéntame otra vez la historia del príncipe bestia. - le susurró a la luna y esta le relató la historia, de aquel príncipe que anhelaba la belleza, tristemente nunca la consiguió, por que la verdadera belleza, es la que se encuentra en el interior.

-¿Con quien hablas? -dijo Remus extrañado mientras entraba al baño de prefectos.

Remus traía consigo un libro de pasta gruesa de color plata, en los bordes tenía hermosos detalles en color cobre.
Pero lo que más le llamo la atención fue el extraño cerrojo que tenía a un costado, parecía una especie de diario.

-Hablo con la luna, es una buena amiga. -le sonrío Rose.

-Y...¿que te dice...? - Era absurdo pensar que la luna hablará, ya que si lo hiciera habría contado su secreto desde hace mucho tiempo.

-Acércate Remus , quiero presentarte a mi amiga, se pondrá muy feliz de saber que por fin no estoy sola. - Remus se acercó, no por qué quisiera ver la luna más bien, por que los ojos soñadores de Rose se lo habían pedido y....
¿Quien podría decirles que no?

-Querida Lunita, este es mi amigo Remus, espera.... ¿Lunita? ¿Por que lloras? - cualquiera que viera esta escena fuera de contexto, habría dicho que la chica estaba loca , por que los planetas no hablan.... ¿o si?

-Creo que deberíamos empezar con el patronus. -Remus se sentía incómodo y un escalofrío le había recorrido la columna al escucharla decir que hablaba con la luna, no se sentía del mejor humor como para lidiar con astros parlantes.

-Si, deberíamos hacerlo. -le sonrío débil.

Rose y Remus se encaminaron al centro del baño para iniciar su práctica, ambos deseando que la pelinegra lo consiguiera pronto, Remus por que no se sentía bien y Rose para mostrárselo a Regulus. Pero algo que compartían era la curiosidad de saber...
¿Qué sería su patronus?

-Primero tienes que pensar en un recuerdo lleno de alegría, tiene que ser un recuerdo muy poderoso. -Remus observó como Rose fruncía el ceño eh indagaba en sus recuerdos. La vio tan concentrada que de pronto la curiosidad invadió al Gryffindor.
-¿Lo tienes? - preguntó alto, ya que ella parecía muy absorta en sus pensamientos.