40./ Ella me miro🥀

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Pero no puede ser, lo mejor será ignorarlo.
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Remus está tan molesto que podría transformarse en su otro yo sin necesidad de la luna llena.
No sabe si está más molesto con sus amigos o con el mismo.

Detesta sentirse así de irritado desde Regulus, quiere buscarlo y clavarle sus garras para que no vuelva a soltar su veneno de serpiente, está cansado de los Black.

Toma el libro, el mismo libro de siempre entre sus manos y sale del compartimiento. La ira que siente hacen que pase sin darse cuenta que se le a resbalado por el pasillo, ir luce desierto.

—¡Lupin!-gritan detrás de él y la ira regresa pensando que es Sirius de nuevo mencionándole como la gente loca es la única que toleraría estar con el.

—¿Que?-contesta enojado mientras se da cuenta de su error.

Ante él tiene a Xenophilus Lovegood, el estudiante loco de Ravenclaw que siempre tiene muy malas notas. Remus siempre se a preguntado el por qué pertenece a las casa de las águilas.

—Lo lamentó Xenophilus.-se disculpa mientras observa como el Ravenclaw abre los ojos al ver la reliquia que se le ha caído a Remus.

—¿Sabes que es esto?-el semblante de Xenophilus es difícil de describir, su rostro muestra desconfianza y curiosidad pero a su ves no es rudo o intimidante, es cortes y algo amable.

—Si es mío, es mi diario.- Remus ríe tratando de aligerar el ambiente y parece funcionar ya que Xenophilus ríe pero su risa se alarga y ahora suena desquiciada.

—Este no es tu diario Lupin, esto es demasía valioso para que lo tenga un hombre lobo y lo tire por cualquier lado.

El pulso de Remus se detuvo, se puso frío y pálido, escucha un zumbido que le pone la piel de gallina.

—¿Que?-preguntó Remus con la voz temblorosa.

—¿Buscas como terminar con tu maldicion?-le sonrío haciendo el momento aún más escalofriante.-No sabía que creías en cuentos para niños, me temo que aquí no encontrarás la solución si no el origen.

—¿Como sabes todo eso?-la desesperación lo mataba, se preguntaba el cómo Xenophilus podría saberlo y si alguien más lo sabría.

—Solo lo se, me gusta observar y saber cosas.- toma, le tendió el diario.-Tú destino se presentó ya en tu vida, la oportunidad es única.

Y con aquellas palabras y una sonrisa se alejo de Remus, aquella conversación lo había dejado con muchas dudas y tenía el resto del año escolar para obtener respuestas.

El diario era la clave para terminar con todo, aunque no estaba seguro de que exactamente, la licántropia se saltaba una generación y él había sido condenado con la sangre de su ancestro mordido por orden de Geller Grindelwald.

¿Pero había algo mas?
¿Acaso existía una forma para que con él la maldicion de los Lupin terminara?

Tenía que descubrirlo.

Aunque Xenophilus conocía su condición tal parecía que no le importaba y guardaba esa información para el mismo.
Aquello le pareció extraño, pero agradeció que el chico de cabellos blancos fuera tan discreto, discreción que carecía Andromeda Black.

Caminado por lo largo del pasillo en la oscura soledad de un vagón se encontraba Andromeda Black con un chico de su mismo año perteneciente a la casa Hufflepuff, su nombre era Ted Tonks y Remus lo conocía debido a que había sido el premio anual el año pasado.
Ted era un chico amable y confiado, aunque nunca tan confiado como ahora.

𝕽𝖔𝖘𝖊𝖘 「 𝕽𝖊𝖒𝖚𝖘 𝕷𝖚𝖕𝖎𝖓 」🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora