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CAPÍTULO 3: GIROS Y MÁS GIROS

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CAPÍTULO 3: GIROS Y MÁS GIROS.

Enero 2006

Aspen

Fue en el 2006, cuando nos ofrecieron empezar a patinar en competencias. La entrenadora Tina vio potencial en nosotros y dedicación y, prácticamente eso fue lo que la motivó a invitar a nuestros padres —tanto a los de Eira como a mis madres—, a que nos empezaran a inscribir en competencias. Ese mismo año fue cuando recién empezaba a entender los números, no se me daba tan bien como las letras. Se puede decir que las matemáticas y yo empezamos con el pie izquierdo. Tanto que para realizar mi tarea utilizaba calculadora cuando en realidad no tenia que hacerlo.

—Cariño—se asomó mi mama Holly por la puerta de mi cuarto—. Apúrate a hacer tu tarea para que puedas ir a tu entrenamiento.

Yo asentí.

Todo era más fácil cuando solo me dejaban colorear y escribir planas de mi nombre; ahora que ya estoy en la escuela de niños grandes me dejan más tarea, de hecho nos han dicho que el siguiente año empezaremos a ver las tablas. Y no es que no me gusten los números pero prefiero las letras. Me gusta más que nos pongan a leer en vez de sumar y restar.

—¿Puedes revisar la tarea? Son sumas y restas, es lo único que me falta para terminar lo que me dejaron.


—Déjame nomás cambio a tu hermana y te vengo a ayudar.

Asentí.

Mientras esperaba a mi madre, decidí empezar a cambiarme --para que una vez terminara de revisar mi tarea, nos pudiéramos ir a la pista de hielo--, también me puse a buscar la mochila que siempre me llevó a los entrenamientos donde pongo mis patines y más ropa por si las dudas. Muchos suelen cambiarse en los vestidores de la pista de patinaje, pero a mi me da pena. Aunque mis mamás siempre me regañan por llevar ropa de más, pero les digo que más vale prevenir que lamentar o eso es lo que he escuchado decir a la mamá de Eira.

—Ya llegue. ¿Cuál es la tarea que tengo que revisarte?—comentó mi madre una vez entró a mi cuarto.

—Esta.

Le mostré la página del libro que la maestra nos señaló.

—Ok.

Empezó a revisar todas las cuentas de las páginas del libro de matemáticas, el año pasado era más fácil porque nos ponían ejemplos con peras y manzanas, ahora nos dejan ejercicios de hasta cuatro dígitos.

—Aquí te equivocaste-señalo mi mamá—. Si debes de pedir prestado a otro número al momento de la resta debes de restarle uno también al que pediste prestado, si solo pides prestado pero no le restas eso que te prestó todo saldrá mal.

SO: sobre hielo [borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora